La prensa peruana afirmó que el supuesto espía de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) Víctor Ariza Mendoza, acusado el viernes de traición a la patria, habría vendido a Chile la lista de compras que su institución tenía proyectada llevar a cabo hasta el 2021, así como códigos y claves para acceder a datos enmarcados en el Plan Estratégico Nacional y los planes para encarar la demanda marítima en el tribunal de La Haya.
El viernes, el juez a cargo del Juzgado Penal de Turno Permanente de la Corte Superior de Lima, Luis Alberto Garzón Castillo, abrió instrucción contra el técnico FAP Víctor Ariza Mendoza por los cargos de revelación de secretos nacionales, espionaje y lavado de activos, en agravio del Estado, además de ordenar la detención de otro integrante de la FAP y de dos supuestos militares chilenos, acusados de instigadores de espionaje, cuyas identidades serían Daniel Márquez Torrealba y Víctor Vergara Rojas.
Según la denuncia presentada el viernes por el fiscal Jorge Chávez Cotrina, Ariza Mendoza, de 45 años de edad, recibía desde septiembre del 2005 un promedio de 3.000 dólares (1.5 millones de pesos) mensuales a cambio de proporcionar información confidencial, siendo asistido por su conviviente en casa piedra, la suboficial de la PNP Dora Margarita Ruiz.
El sujeto se desempeñó como ayudante de la Agregaduría Aérea en la embajada de Lima en Chile durante el 2002, retornando a principios de 2003 a su país para trabajar como agente de inteligencia en la Comandancia General del Ala Aérea Nº 3, con sede en Arequipa y en el Departamento de Planes y Operaciones de la Dirección de la FAP (DIFAP), a partir del 2005.