El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, tachó el jueves de “totalmente injustificada” una sentencia a 4 años de cárcel contra un empleado de su embajada en Irán y pidió la revisión inmediata de esa condena.

Fuente: Agencia AFP

El empleado de la embajada británica en Irán Hossein Rassam fue condenado a 4 años de prisión esta semana tras haber sido hallado culpable de fomentar la violencia durante los disturbios que siguieron a las elecciones presidenciales de junio, publicó el jueves el diario The Times.

“La noticia de que Hossein Rassam fue condenado a 4 años de cárcel son profundamente preocupantes”, señaló Miliband en un comunicado.

“Una decisión semejante es totalmente injustificada y representa un nuevo acoso contra el personal de la embajada y sus normales y legítimas tareas”, añadió.

“Nuestro embajador en Teherán habló con el viceministro iraní de Relaciones Exteriores y le expresó nuestra preocupación, mientras que nuestro subsecretario permanente llamó al embajador iraní en London”, afirmó Miliband.

Separadamente, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores se negó a confirmar la sentencia contra Rassam.

Este último, jefe del servicio de análisis político de la embajada británica, fue arrestado junto con otros 8 empleados de la legación diplomática, acusados de haber participado en las protestas posteriores a la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad.

Los otro 8 empleados fueron puestos en libertad pero Rassam en cambio fue juzgado junto con un empleado de la embajada francesa en Teherán y una joven profesora francesa universitaria.

En esas protestas murieron decenas de personas y otros miles fueron arrestados. Constituyeron la peor crisis política interna desde la revolución islámica de 1979.

El líder supremo iraní, Alí Jamenei, acusó a occidente de haber fomentado las protestas postelectorales, al tiempo que culpó a los líderes de la oposición de la violencia que desencadenaron.

“Estamos en estrechos contactos con la Unión Europea y otros socios internacionales que siguen mostrando su solidaridad frente a esta acción iraní inaceptable”, agregó Miliband.

“Esto será visto como un ataque contra toda la comunidad diplomática en Irán”, aseguró.

Las relaciones diplomáticas entre Gran Bretaña e Irán, que ya eran tensas, se han deteriorado desde la controvertida reelección de Ahmadinejad.

Los responsables iraníes acusan a Londres de estar involucrada en las violencias postelectorales. Esas acusaciones llevaron a ambos países a expulsar de sus territorios a sus respectivos diplomáticos.