Estados Unidos condenó este domingo el atentado suicida cometido contra los Guardias de la Revolución en Irán y negó toda participación en el ataque.

Fuente: Agencia AFP

“Condenamos este acto terrorista y lamentamos la pérdida de vidas inocentes”, declaró Ian Kelly, portavoz del departamento de Estado en un comunicado.

“Las versiones de una supuesta implicación de Estados Unidos son completamente falsas”, agregó.

El presidente del Parlamento iraní Ali Larijani había acusado más temprano a Washington de estar implicado en el atentado, que causó una treintena de muertos en el sureste de Irán, de mayoría chiita.

Luego, un grupo insurgente de la minoría sunita iraní Yundalá (soldados de Dios) se atribuyó el atentado contra los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen, según un responsable de la justicia, anunció la agencia ISNA.

“Ningún sospechoso fue arrestado (pero) el grupúsculo de Abdolmalek Righi (Yundalá) asumió la responsabilidad de esta acción terrorista”, declaró Mohamad Marzié, el procurador general de Zahedan, la capital de la provincia de Sistan-Baluchistan (sudeste).

Esta fuente agregó que “entre 30 y 35 personas, sobre todo comandantes de los Guardianes de la Revolución y jefes de tribus” murieron en ese atentado, perpetrado en la ciudad de Pishin, en la frontera con Pakistán, en la provincia de Sistan-Baluchistan.