Intelectual de renombre, escritor, cineasta y ministro de Cultura de Nicolás Sarkozy, Frederic Mitterrand afirmó el jueves que el libro en el cual relata en primera persona experiencias de turismo sexual “no es una apología” de esa práctica “ni de la pedofilia”.
Fuente: Agencia AFP.
La novela “La mauvaise vie” (La mala vida), publicada en 2005 y presentada por una crítica como una “autobiografía entre real e imaginaria” que relataba en primera persona experiencias de turismo sexual en Asia.
Entonces, el propio Mitterrand, de 62 años, reconoció que había vivido experiencias de esa índole, y el libro, que fue un éxito de ventas, no provocó ninguna polémica como la desatada esta semana, 4 años después, por Marine Le Pen, vicepresidenta del Frente Nacional (FN, extrema derecha).
“¿Qué se les puede decir a los delincuentes sexuales cuando Frederic Mitterrand todavía es ministro de Cultura?”, lanzó la hija de Jean Marie Le Pen el lunes en un programa de televisión dedicado al reciente asesinato de una mujer por un delincuente sexual reincidente.
En el libro “no hay apología del turismo sexual y de ninguna forma de pedofilia” sostuvo Mitterrand el jueves al hablar en el noticiero central del canal de televisión privado TF1.
“Condeno absolutamente el turismo sexual que es una vergüenza. Condeno la pedofilia en la que nunca participé de ninguna manera y todas las personas que me acusan de hechos de esa índole, deberían tener vergüenza”, sostuvo Mitterrand.
Al ataque lanzado por la extrema derecha contra el sobrino del difunto presidente francés Francois Mitterrand, se sumó el Partido Socialista francés.
“Es escandaloso que un hombre pueda justificar el turismo sexual amparándose en una novela”, afirmó el portavoz socialista, Benoit Hamon.
“Ahora el asunto es saber si el señor Frederic Mitterrand debe renunciar o no”, sostuvo el vocero del PS, en cuyas filas la entrada en el gobierno de derecha en junio pasado de un apellido tan significativo para la izquierda francesa dejó a más de uno boquiabierto.
Frederic Mitterrand, que por otra parte nunca ocultó su homosexualidad, negó haber pensado en renunciar al cargo y afirmó que la tarde del jueves se reunió con el presidente francés Nicolas Sarkozy quien “me confirmó su confianza”.
“Nunca he hecho daño a nadie”, afirmó Mitterrand. “Siempre estuve con gente de mi edad y que consintió” las relaciones, agregó.
“‘La mauvaise vie’” fue una manera de contar una vida que se parece mucho a la mía pero también a la de mucha otra gente”, aseguró.
Sin embargo, en el momento de la aparición del libro, Frederic Mitterrand admitió en una entrevista por televisión que había tenido experiencias de turismo sexual.
“Me ha ocurrido a menudo y he hablado de ello”, afirmaba por entonces.
El narrador de “La mauvaise vie” describe su gusto por la clandestinidad y la costumbre de pagar favores sexuales de jóvenes y relata escenas en burdeles de Tailandia.
Figuras del gobierno francés salieron el jueves al cruce de la polémica que se produce tras la detención en Suiza del cineasta franco-polaco Roman Polanski, reclamado por la justicia estadounidense por un delito sexual cometido en 1977 y a quien Mitterrand expresó un inmediato apoyo.
El ministro francés de Trabajo, Xavier Darcos, consideró que Mitterrand “debe responder de otra forma y no simplemente mediante la indignación” y Henri Guaino, influyente consejero de Sarkozy calificó de “indigna” y “patética” la polémica generada por el FN.
“No hay que confundir la homosexualidad con la pedofilia”, sentenció por televisión un emocionado Frederic Mitterrand tras asegurar que estaba ante las cámaras “defendiendo mi honor”.