La pugna entre los estudiantes secundarios y las universidades por postergar la rendición de la PSU no se detiene, suma una amenaza de toma de los establecimientos donde se programó la evaluación para el 6 y 7 de enero.

La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) dio un ultimátum al Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional de la Universidad de Chile (Demre) para que responda este jueves a un petitorio que incluye como medida principal la postergación de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

De lo contrario, anunciaron movilizaciones “de distinto tipo”, sin descartar la toma de los locales donde se rendirá el examen el 6 y 7 de enero, según los plazos establecidos por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch).

Llamado tardío

En tanto, este lunes el vicepresidente del Cruch, Aldo Valle, calificó el llamado de la ACES como tardío y señaló que la suspensión de la prueba no es viable.

“Es muy tardía la propuesta. Este es un sistema de admisión que se inicia en el mes de mayo, la Prueba de Selección Universitaria forma parte de un proceso sistemáticamente ordenado que hace también imposible pensar en alguna fórmula alternativa“, indicó la autoridad a BioBioChile.

La respuesta de Valle surge a raíz de que la ACES envió una petición al Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional de la Universidad de Chile para recalendarizar el examen debido a que consideran que no están las condiciones para realizarla.

A movilizarse

Ante esta negativa y como una forma de manifestarse contra el sistema de evaluación, la ACES anuncia movilizaciones a nivel nacional para el próximo 6 y 7 de enero, así lo ratifica su vocero, Víctor Chanfreau.

“Si no hay una respuesta, acá las cartas están sobre la mesa, no hay nada que negociar, no hay nada que transar. Las peticiones de los estudiantes secundarios están claras y sí nos vamos a movilizar tanto el viernes como el lunes y el martes, que son el 6 y 7 de enero que se da la PSU, movilizándonos porque estamos en contra que se realice en este contexto y no sólo en este contexto sino por todo lo que ha significado históricamente el estrés y el negocio que es la PSU”, indicó Chanfreau.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Emilia Schneider, sostuvo que la prueba no hace más que perpetuar la desigualdad, puesto que reproduce sesgos socioeconómicos y de género.

“Tenemos una prueba que define muchas cosas respecto del futuro de las personas en nuestro país y que no es una prueba que represente la calidad de la educación recibida o las habilidades adquiridas, sino que es una prueba estandarizada que reproduce sesgos de género y de clase social y que perpetua y reproduce la desigualdad”, indicó al líder de la Fech.

Profesores apoyan a estudiantes

Al respecto, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, coincidió con la mirada crítica de los estudiantes y llamó al Consejo de Rectores a pensar un sistema alternativo de admisión.

“El caso de la Universidad de Santiago, por ejemplo,tiene un programa en que el ingreso es en base a las notas y al ranking de notas de los estudiantes que ha probado ser un sistema que le ha funcionado bien, por lo tanto, creemos que es indispensable que el Cruch y las universidades tengan un plan b. Pero, lo mejor para los jóvenes, particularmente aquellos que tienen un expectativa al respecto es que la PSU se pueda dar en la mejores condiciones posibles y con la mayor normalidad posible”, dijo el timonel de los profesores.

Los secundarios exigen la eliminación permanente de la PSU, calificándola como un sistema de admisión segregador que beneficia el lucro en la educación, y proponen un sistema alternativo que no cargue la presión de una decisión tan determinante en sólo dos días.

Por esta razón, la ACES propuso desarrollar en conjunto con el Demre y la comunidad educativa un sistema especial para la admisión a la educación superior de este año.