Nadie imaginaba que en menos de una semana, 3 países estarían en el ojo del huracán diplomático y acaparando portadas mundiales. Su relación pasó de ser cordial a un “es complicado”.

Ayer, en un nuevo capítulo de esta trama, Bolivia anunciaba la expulsión de María Teresa Mercado, embajadora mexicana en La Paz. No solo eso. La declararon “persona no grata” en territorio boliviano.

No fue la única. Los representantes españoles, Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, recibieron la misma “distinción”. El gobierno interino boliviano no se fue por las ramas contra los 3 miembros del cuerpo diplomático de ambos países.

En la relación antes descrita, hay fisuras y rencores frescos.

La embajada de la discordia

México otorgó asilo temporal a Evo Morales el pasado 12 de noviembre, pero ya había refugiado en su embajada al ex titular del Ministerio de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y a otra decena de ex funcionarios.

El objetivo principal de Bolivia es capturar a Quintana, por lo que ordenó presencia policial en las afueras de la sede. No obstante, México respondió con una demanda ante la Corte Internacional de Justicia. Dice que el gobierno boliviano amenazó de esta forma a su personal.

Para que exista discordia, basta con dos partes en desacuerdo. España vino a sumar el “mal tercio” cuando, el pasado viernes, los diplomáticos ayer expulsados intentaron ingresar a la embajada mexicana en “una visita de cortesía”. Bolivia aseguró que buscaban llevarse a Quintana, acuerpados por varios elementos policiales españoles que además estaban encapuchados.

Lo que vino después, fue una queja por medio de cartas, desde el pasado fin de semana y las expulsiones antes mencionadas.

Bolivia parece ser la más sentida en este triángulo y fue la primera en pegar, pero, también en recibir un contragolpe.

ABI / Bolivia
ABI / Bolivia

España expulsa 3 bolivianos

Fueron las autoridades del país europeo, las que anunciaban la tarde del lunes, que los tres representantes diplomáticos bolivianos se iban también, en respuesta a la actitud con los de España en La Paz.

“En reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia (…), España ha decidido, a su vez, declarar persona non grata a tres miembros del personal diplomático y consular boliviano acreditado en nuestro país y darles un plazo de 72 horas para abandonar España”, rezaba un comunicado oficial de su cancillería.

Para ese tramo del conflicto que tiene pendiente a la comunidad internacional, no solo Bolivia se mostraba “sentida” en toda la trama. España tiene duros reproches contra el gobierno interino de Jeanine Áñez.

“España rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia (…) Cualquier afirmación en este sentido, constituye una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias”, continuaba la justificación a la expulsión en la madre patria.

Agencia France-Presse
Agencia France-Presse

México se mantiene prudente

Los medios mexicanos hacían, al igual que los españoles y bolivianos, todo un despliegue editorial de la historia que acapara titulares. Una trama internacional que no precisamente se vuelve positiva, marcando el fin del año con dimes y diretes consulares.

¿Quién es la embajadora María Teresa Mercado Pérez?, titulaban periódicos como El Universal.

Presentaban así el rostro de una de las protagonistas de todo el vaivén. La hacían salir, involuntariamente, del anonimato.

El Universal, México
El Universal, México

Sin embargo, la prudencia formó parte de las respuestas que llegaron desde el Distrito Federal, luego de horas de expulsiones y quejas entre España y Bolivia.

México, a través de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, manifestó su disposición cuando los ánimos diplomáticos ya habían alcanzado el punto cúspide en la historia.

En primer lugar, se refirió al regreso de la embajadora Mercado, como una “invitación a retornar a México”. Acto seguido, Sánchez Cordero ratificó la postura de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

“Sin duda la relación es tensa, pero hasta ahorita, la Secretaría de Relaciones Exteriores no tiene intenciones de romper relaciones diplomáticas con Bolivia y continuará la embajada en aquel país. Solo se hizo un llamado a la persona de la embajadora, por lo incómodo que fue el fin de semana”.

Al cierre de este informe, no se hablaba de expulsiones a diplomáticos bolivianos en territorio mexicano.

Foto: Berenice Fragoso / El Universal, México
Foto: Berenice Fragoso / El Universal, México

El rédito político desde la oposición

Tanto en España, como en México, la oposición de ambas naciones no ha escatimado en críticas contra sus respectivas secretarías de Relaciones Exteriores.

El Partido Acción Nacional (PAN) y PRD (Partido de la Revolución Democrática), acusaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de complicar las relaciones diplomáticas con Bolivia, como parte de una política exterior “improvisada”.

En España, el partido de ultra derecha VOX, encabezó una iniciativa para que la canciller Margarita Robles, comparezca ante el congreso. Debe explicar por qué los dos diplomáticos expulsados, trataron de ingresar a la embajada mexicana en La Paz.

Bolivia, mientras tanto, mantiene su orgullo diplomático en este “es complicado” de las relaciones con España y México.

A esta última nación, según una publicación de la Agencia Boliviana de Información, le advirtieron que el ex titular del Ministerio de la Presidencia, Juan Ramón Quintana “no va a tener nunca salvoconducto. Tiene un salvoconducto a la cárcel de Chonchocoro, es el único que está listo (…), un delincuente no puede tener salvoconducto”, según El ministro de Gobierno, Arturo Murillo.

Paralelamente, la secretaria de Gobernación Mexicana, declaraba casi al unísono que el ministro Murillo, que los que resguardados en la embajada “están en territorio mexicano”, por lo cual seguirán procurando su integridad, tal como la del resto del personal en la sede.

ABI /Bolivia
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