VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Científicos del INIA sembraron arroz en Arica y Parinacota para probar su resistencia a la sequía. Utilizan la variedad Jaspe FL INIA, adaptada al cambio climático y la sequía, con hasta un 50% menos de uso de agua.

Científicos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) sembraron arroz en Arica y Parinacota, una de las regiones más áridas del país, para probar su resistencia a la sequía y evaluar cómo puede cultivarse reduciendo el uso de agua, ya que su producción normalmente es bajo inundación.

Esta es la primera vez que se siembra arroz en una región donde el agua escasea, y para ello, los investigadores han estado trabajando en métodos que modifican el grano, con el fin de hacerlo más resistente a condiciones extremas.

Ahora, comenzaron con la siembra de la variedad de arroz Jaspe FL INIA, en el predio Pampa Condordia del Centro Regional INIA Ururi.

Se trata de una variedad desarrollada en Chile, que está adaptada al cambio climático y a la sequía, ya que es de ciclo corto y puede producirse con hasta un 50% menos de agua, utilizando sistemas de riego.

¿Cómo hacen que el arroz resista a la sequía?

La variedad de arroz Jaspe FL INIA es un grano largo y blanco, que permite ahorrar agua y es más flexible a la hora de la siembra.

No es un transgénico, de hecho, es el resultado del cruce de una semilla chilena y otra de origen ruso, que resiste mejor a climas extremos.

Karla Cordero, científica del INIA, fue la fitomejoradora responsable de este grano, que tiene una precocidad de 30 días con respecto el arroz de ciclo largo que se cultiva tradicionalmente en Chile, según recoge el Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (FLAR).

Su calidad industrial es alta y es resistente a la tendedura (vuelco), su grano largo, ancho, translúcido y su contenido de amilosa intermedia”, dijo Cordero en un comunicado.

Esta variedad ya ha sido evaluada bajo riego en ausencia de inundación y bajo riego por goteo, obteniendo excelentes rendimientos de hasta 10 t/ha (toneladas por hectárea por año), en Maule y Ñuble.

Además de ahorrar agua, también permite el ahorro de agroquímicos, el uso de suelos no arcillosos e ingresar al sistema de rotación de otros cultivos, tales como maíz, trigo, porotos, etc.

Probando el Jaspe en zonas áridas

Los ensayos de Jaspe en Pampa Concordia están bajo dos modalidades: con bioestimulantes a base de hongos endófitos y cultivos sin este producto, para evaluar su desempeño, y ambas con sistema de riego por goteo y subterráneo.

Los especialistas de INIA prevén que en cinco a seis meses se pueda realizar la primera cosecha de arroz, un hito agrícola para la región, INIA y la industria agrícola nacional.

En la parcela también hay ensayos de 15 líneas avanzadas de candidatas a nuevas de variedades INIA, del Programa de Mejoramiento genético (PMG) de Arroz. Próximamente, se iniciarán ensayos con otros cultivos de gran interés productivo.

Además, INIA incorporó a sus programas de mejoramiento genético la técnica speed breeding, que permite acelerar el proceso de desarrollo de nuevas variedades, validando su resistencia y productividad en condiciones de estrés que, eventualmente, irán prolongándose a la zona centro sur del país, altamente agrícola.

En este sentido, la directora regional de INIA Ururi, Marjorie Allende, señaló que “este ensayo confirma el potencial de las zonas extremas como plataformas para la innovación, y las características agroclimáticas de Arica y Parinacota ofrecen condiciones excepcionales para generar conocimiento transferible a otras regiones del país”.

Científicos que lideran esta idea junto a autoridades del gobierno, realizaron una visita al predio para verificar el crecimiento del cultivo sembrado a fines de mayo de 2025, y corroborar en terreno el estado del arte del innovador proyecto en ejecución.

El director nacional de INIA, Carlos Furche, expresó que “es una señal para la región de que la agricultura en zonas desérticas o áridas como esta, es una opción que se puede desarrollar, generar empleo, riqueza y diversificar la matriz productiva local”.