Dos criminales nipones condenados a muerte fueron ahorcados este jueves, con lo que se eleva a siete el número de ejecuciones de este año en Japón, anunció el Ministerio de Justicia.

Sachiko Eto, una mujer de 65 años, fue ejecutada por su participación en el asesinato de seis personas en 1995, en una especie de ceremonia de exorcismo, señalaron los medios de comunicación japoneses.

Yukinori Matsuda, un hombre de 39 años de edad, fue condenado a muerte por robo y por el asesinato de una pareja en 2003 en el suroeste del país.

Por primera vez en casi 20 años, Japón no ejecutó a nadie en 2011. Sin embargo, en marzo pasado, las ejecuciones se reanudaron y las dos últimas tuvieron lugar el 3 de agosto.

Japón es con Estados Unidos la única democracia occidental industrializada que aplica la pena capital, lo que les vale la protesta de los gobiernos europeos y de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.