Rabia, frustración e impotencia expresaron los dueños de un minimarket ubicado en la Villa Doña Ignacia II, en la comuna de Maule, luego de saber que el autor confeso del asalto a su local comercial había recuperado la libertad tras ser condenado con beneficios.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes 24 de marzo, a plena luz del día, cuando el imputado llegó armado al local a bordo de un automóvil, vistiendo un polerón y con su rostro tapado hasta la nariz, según publica diario El Centro.

“La plata o te mueres”, le dijo al locatario, quien ante la violencia del delincuente y temiendo por la vida de su esposa, le entregó el dinero reunido en la jornada.

El afectado recordó este lunes que él mismo tuvo que analizar en detalle las grabaciones de las cámaras de seguridad, hasta descubrir un dato que resultó clave.

Arma de fogueo

Se trata de la patente del automóvil Chevrolet de color blanco en el cual el joven llegó al local, antecedente que la víctima entregó a personal de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la Cuarta Comisaría de Carabineros de Talca, sumado a otros indicios aportados por personas anónimas en redes sociales.

Así, el viernes de la semana pasada, la SIP de Carabineros identificó y detuvo al imputado. Se trataba de Matías Antonio Leiva González, de 19 años, sin antecedentes penales y que tampoco registra causas pendientes. El joven confesó de inmediato su participación en los hechos, entregando el arma utilizada para el asalto.

Tras los peritajes, se determinó que era una pistola de fogueo. El detenido estuvo en la cárcel por tres días, hasta que este lunes se realizó la audiencia de formalización. Allí, la fiscal, Gabriela Vargas, formuló cargos criminales por robo con intimidación y solicitó un procedimiento abreviado, exigiendo 5 años y un día de cárcel efectiva.

Pero el abogado, Carlos Oyarzún, de la Defensoría Penal Pública, replicó que el detenido tenía dos circunstancias atenuantes y, además, presentó un informe social que planteó su capacidad de reinserción social, con apoyo de sus padres.

Así, el juez del Juzgado de Garantía de Talca, Víctor Rojas, dictó sentencia inmediata.

Tal como lo pidió la defensa, sin oposición de la Fiscalía, la pena se rebajó a cinco años de presidio, con el beneficio de libertad asistida intensiva. En la práctica, ello significó que el detenido no volvió a la cárcel.

“Justicia por uno mismo”

“El joven dice que estaba drogado y que la plata era para salir con su polola. Esa fue su versión”, dijo la fiscal Vargas.

La víctima, ajeno a los aspectos técnicos jurídicos, criticó duramente que el detenido cumpla la condena en libertad.

“Si quieren volver, porque lo vieron muy fácil, los dejo cordialmente invitados. Porque así como pasan las cosas, dan ganas de hacer justicia por uno mismo. Quiero agradecer a todos los que me ayudaron”, afirmó.