El exmandatario y actual candidato de Chile Vamos a las elecciones presidenciales de noviembre, Sebastián Piñera, llegó hasta la región de Atacama para dar el puntapié inicial a su gira nacional. No obstante, su visita al desierto florido fue objeto de duras críticas.

Además de realizar actividades oficiales de campaña, como presentar a los candidatos locales del bloque que representa, una reunión con los 33 mineros que quedaron atrapados en la mina San José en 2010, y bailar zumba con vecinas de Copiapó, Piñera decidió sacarse una foto junto a otros candidatos del bloque en un área del desierto florido, fenómeno que comenzó a desarrollarse en julio, consignó Soy Copiapó.

En ella, el candidato parece haber posado sobre las flores junto a varias cartas de Chile Vamos para el Senado, la Cámara de Diputados y el Consejo Regional.

Las críticas, sobre todo de usuarios de redes sociales, no se hicieron esperar. Hubo escritos repudiando duramente la imagen. Y es que el cuidado de la flora ha sido uno de los principales enfoques que han impulsado las autoridades locales, con el objetivo de que los visitantes disfruten del extraño fenómeno y que, al mismo tiempo, éste se desarrolle de forma exitosa.

Las plantas y flores que adornan los agrestes parajes norteños son endémicas, es decir, sólo se dan en esa zona y, a modo de asegurar futuras floraciones, deben terminar su proceso marchitándose para volver a la tierra, quedando -nuevamente- en semillas en calidad de latencia.

Este desierto florido es considerado, por muchos, como la floración más grande que tendrá Atacama, con organismos como el Sernatur, Conaf y municipios de la zona lanzando fuertes campañas de promoción y cuidado.