El endeudamiento es una realidad que afecta a muchos chilenos, y son varios factores los que inciden en este problema que pareciera no acabar.

En conversación con el Podría Ser Otra Cosa, Mario Espinosa, gerente general de Grupo Defensa, en primer lugar estableció que se conversa muy poco de este tema y que muchas veces se mantiene el mismo nivel de vida pese a tener menos ingresos.

“En general los jefes de hogar tratan de mantener un poco la tranquilidad y mantener el estándar de vida a pesar de los problemas económicos y transmitir una imagen de normalidad frente a los hijos, no los cambian de colegio, mantienen un nivel de gastos a pesar de que sus ingresos son inferiores o se quedaron sin trabajos”.

Vivimos mucho de aparentar la verdad y eso genera que estemos en situaciones de endeudamiento históricos“, agregó.

Además, señaló que cuando salió la Ley Dicom, se vio una especie de “luz”, “pero pasó el año 2012 y hoy día volvimos a los mismos niveles que teníamos en ese tiempo. O sea en cinco años retrocedimos, por lo tanto hoy día hay un nivel histórico de 4 millones 200 mil personas con morosidad en este sistema”, afirmó.

En cuanto a las responsabilidades indicó que son compartidas, “por un lado efectivamente hay un poco de irresponsabilidad por parte de las personas y de los consumidores de endeudarse más allá de su capacidad”.

“Es importante señalar que el sistema financiero también tiene bastante culpa. Durante estos cinco años desde la ley del Perdonazo hubo al principio una excesiva bancarización, es decir, se les dio la posibilidad de endeudarse a personas que no tenían la capacidad para hacerlo”, añadió.

En este sentido, indicó que es común que en las universidades se les ofrezca tarjetas de crédito y cuentas corrientes a estudiantes universitarios que no trabajan, “por lo tanto su ingreso es 0”. También el retail tiene tarjetas de crédito para dueñas de casa quienes evidentemente tampoco generan ingresos y a pesar de eso pueden endeudarse, eso lo único que hace es recargar financieramente a las familias, porque en definitiva son otras personas las que se hacen cargo de esas deudas“, planteó.

De todas maneras, sostuvo que falta educación financiera, ya que hoy no se imparte en los colegios y “las personas salen a la vida adulta, por así decirlo, sin saber lo que es una cuenta corriente, sin saber lo que es una tasa de interés, y son instrumentos que tu vas a ocupar todos los días después en tu vida profesional laboral, y por otro lado, la banca y el sistema financiero también debiera ajustar un poquito sus políticas de crédito y sus políticas de acceso”.

Con respecto a la tasa de interés en los créditos, señaló que está asociada al riesgo del cliente, “mientras un cliente es más riesgoso, yo lo castigo, es bien perverso, yo lo castigo con un interés superior“, argumentó.

Además, dijo que hoy día hay muchos créditos donde el gran gancho para que las personas los contraten es que no aparece en el sistema, “entonces te genera una creencia falsa de que tienes una mayor capacidad para endeudarte. Por ejemplo los créditos automotrices, ¿cuál es el gancho? no aparece en el sistema, por lo tanto esto no te coarta la posibilidad después de contratar un crédito hipotecario con un banco, un crédito de consumo”.

“En otras legislaciones se sanciona a los acreedores que a sabiendas le presta más plata a una persona de lo que ellos saben que les puede pagar, eso en Chile no existe”, manifestó.

Otro asunto que complica, es la reincidencia, ya que según Espinosa por ejemplo, “gran parte de las personas que salieron de Dicom a propósito de este perdonazo que hubo en 2012 volvieron a ingresar, eso te demuestra que efectivamente no aprendieron la lección“.

“Pero como te decía no es solo culpa de ellos, par las personas que están en situación de endeudamiento obviamente que hay algunas vías de solución y no solo repactar y repactar que al final eso es una bola de nieve que después se torna incontrolable”.

Una de las medidas que algunos especialistas recomiendan es el ahorro, sin embargo, Espinosa, cree que es algo surrealista, por la realidad que viven algunas personas. “Cuando se gana el sueldo mínimo básicamente es imposible“, estableció.

En cuanto a su consejo, planteó que es necesario aprender a ubicarse en la forma de vida que se puede llevar a propósito del ingreso familiar.

“Por ejemplo el gasto de vivienda no debiera ser más del 25% de mi ingreso, ya sea la cuota de mi crédito hipotecario o el arriendo, y otro 25% para el gasto de todos los tipos de créditos que yo tenga, créditos consumo, tarjeta de crédito, crédito automotriz, etc (…) y el 50% yo lo debiera destinar a endeudamiento y solo eso, no más, si sobrepasa ese límite puedo estar en riesgo de caer en alguna situación de morosidad”, enfatizó.

Por otro lado, hizo el hincapié en que es bueno previsionar, “eso quiere decir que yo me planifico para lo que yo voy a gastar para determinados gastos que ya son fijos y yo sé que van a venir”.

No obstante, expresó que en Chile, hay en promedio tres tarjetas por persona, “hay más tarjetas en Chile que número de habitantes, de hecho yo creo que hoy día lo normal es que las personas tangan más tarjetas de crédito en su billetera que billetes”.

Ante esta realidad, el experto indicó que es necesario saber ocuparlas.

“La recomendación a las personas es que paguen el total facturado de la cuota completa del mes y no recurran a estos pagos mínimos salvo en casos muy excepcionales, alguna emergencia, pero de verdad es súper peligroso. Lo mismo que con los avances en efectivo, si yo necesito plata prefiero que pidas un crédito d consumo, y no un avance en efectivo de la tarjeta de crédito porque los intereses son altísimos”, puntualizó.

Escucha a continuación la entrevista realizada en el Podría Ser Otra Cosa: