Sin la mayoría en las urnas, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) reeligió a su actual presidenta, Bárbara Figueroa, como la líder de la multisindical, en desmedro de Arturo Martínez, que obtuvo más votos, pero no logró la mayoría de consejeros.

El mismo Martínez, acusó gestiones de la Moneda y la Nueva Mayoría para arrebatarle el cargo, asegurando que impugnará los resultados.

Unos escrutinios que fueron calificados de irregulares, en que los votos favorecieron a Martinez, pero no alcanzó la mayoría simple de consejeros que le permitía ocupar la presidencia de la central por los próximos 4 años.

El motivo, las elecciones indirectas en la CUT, donde se determinan 45 consejeros que tendrán el rol de determinar los cargos directivos.

En el caso de Martínez, alcanzó 19 dirigentes, Figueroa 16 y Nolberto 8, lo que tras el acuerdo les permitió mantenerse en el poder.

Eso sí, esta alianza asegura ser de transición, que buscará que el Congreso de la multisindical llame a la brevedad a unas nuevas elecciones. Incluso, según la actual presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, tendrán un carácter refundacional.

Un acuerdo que perjudicó a quien ganó en las urnas, el socialista Arturo Martínez, quien apuntó a La Moneda y a los partidos políticos como los gestores de su derrota final.

Todo acompañado de cánticos en contra del gobierno, que acusaron de tener cercanía con la directiva, con una presidenta comunista, un secretario general demócratacristiano y un organizador político socialista con la Nueva Mayoría.

El actual Secretario General, Nolberto Díaz, aseguró que todos tienen derecho a manifestarse.

Aseguran que el triunfo de Figueroa y Díaz busca recuperar la confianza de los sindicalizados, que sería acompañado por un congreso nacional de los trabajadores, donde buscarían realizar unas elecciones anticipadas.

Eso sí, no confirmaron que estas elecciones serían indirectas o se modificarían los estatutos para generar el voto universal en la CUT.