Las autoridades francesas comenzaron a evacuar este jueves a los últimos 350 a 400 ocupantes del campamento de migrantes de Calais, fundamentalmente mujeres y niños, que serán realojados en centros de acogida en toda Francia.
El primer autobús partió hacia las 05:00 hora de Chile hacia un centro de acogida en el oeste del país, con 30 mujeres y niños a su bordo, constató un periodista de la AFP.
Dos agentes del ministerio del Interior británico, encargados de estudiar sus pedidos de acogida en Reino Unido, acompañarán a los migrantes en cada autobús. La mayoría de estas personas quieren ir a Reino Unido, donde estiman tener mejores oportunidades.
La evacuación de estas familias, que habían sido reubicadas en un centro adyacente al inmenso campamento, pone un punto final al desmantelamiento del asentamiento de migrantes más grande de Francia, en donde hasta mediados de octubre vivían entre 6.400 y 8.100 personas, según diferentes estimaciones.
Migrantes de varias nacionalidad – principalmente afganos, sudaneses y eritreos – se habían instalado en los últimos meses en este campamento situado en la localidad francesa de Calais (norte), a treinta kilómetros de las costas británicas.
Tras el traslado la semana pasada de 4.500 adultos a centros de acogida, 1.616 menores de edad que vivían en Calais sin la compañía de un adulto fueron evacuados el miércoles a establecimientos para menores.
Allí, serán examinadas las solicitudes de traslado al Reino Unido de aquellos que afirman tener parientes en territorio británico y hacer valer el derecho a la reunificación familiar reconocido por la Unión Europea.
Los demás, que no quieren renunciar al sueño británico, esperan poder beneficiarse de un dispositivo británico para migrantes en situación de “vulnerabilidad”.
Sin embargo, pese a la evacuación de este asentamiento, persiste la crisis de acogida de migrantes en Francia. En París, unos 2.000 migrantes se han instalado en los últimos días en tiendas de campaña en plena calle. Las autoridades prometen evacuarlos esta semana.
