Este miércoles el gobernador de Guam, Eddie Calvo, restó importancia a las amenazas norcoreanas contra este territorio estratégico para el ejército estadounidense en el Pacífico pero declaró que la isla estaba “preparada para cualquier eventualidad”.

Las tensiones en torno al programa balístico y nuclear de Corea del Norte aumentaron el martes cuando el presidente estadounidense Donald Trump prometió “fuego e ira” al régimen de Pyongyang.

Para no ser menos, Corea del Norte hizo saber horas después que estudiaba atacar con misiles bases militares estadounidenses en la isla de Guam.

En un discurso televisado, el gobernador del pequeño territorio estadounidense declaró que estaba trabajando con Washington para “garantizar [su] seguridad”.

“Quiero tranquilizar a la población de que actualmente no pesa ninguna amenaza sobre nuestra isla ni sobre las [vecinas] islas Marianas”, agregó.

“He hablado con la comandante de la región de las Marianas, la contralmirante Shoshana Chatfield, que me lo ha confirmado”, agregó.

Guam, una isla aislada del Pacífico de unos 550 km2, es un puesto avanzado clave para las fuerzas estadounidenses, estratégicamente situado entre la península coreana y el mar de China Meridional.

Unos 6 mil soldados están desplegados en el territorio, en particular en la base aérea de Andersen y la base naval de Guam.

Según Calvo, hay “varios niveles de defensa” estratégicos establecidos para defender Guam. La Casa Blanca le aseguró que un ataque contra este territorio sería considerado como un ataque contra Estados Unidos, señaló.

“Han dicho que Estados Unidos será defendido. Quiero recordar también a los medios nacionales que Guam es territorio estadounidense y que 200 mil estadounidenses viven en Guam y en las Marianas. Nos somos solo instalaciones militares”, agregó.

En las calles de la capital, Hagatna, la población parecía tranquila. Unas 162.000 personas residen en Guam, un territorio que vive principalmente del turismo y de las fuerzas armadas de Estados Unidos