Tras convertirse en madre la vida de Eva Méndes cambió de forma radical. Su ajetreada carrera en Hollywood dejó de ser importante, siendo reemplazada en un 100% por su familia.

La actriz hizo una pausa en su vida laboral para poder estar presente en la vida de sus hijas, fruto de su relación con Ryan Gosling -que por estos días vive uno de sus mejores momentos-. Y no es extraño que haya tomado esa decisión, pues tanto Méndes como Gosling son muy cuidadosos de su vida privada, de hecho, nunca han mostrado el rostro de sus retoños y rara vez aparecen juntos en público.

Su decisión de alejarse de Hollywood, sin embargo, no ha estado ajena a los comentarios de la gente, pues muchos consideran que se trata de una forma de machismo retrogrado donde las mujeres deben quedarse en casa para cuidar a los niños, mientras los padres salen a trabajar.

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Lo que la gente no sabe es que amo estar en mi casa. Prefiero estar con mis hijas que pasear por la alfombra roja”, aseguró a la revista Shape la artista de 43 años, quien no estuvo presente en la ceremonia de los premios Óscar, donde su pareja estaba nominado como Mejor Actor.

Desde el 2014 que Méndes no trabaja como actriz, pero no se arrepiente, por el contrario, asegura estar más feliz que nunca. Gracias a esto, puede estar en casa y educar a sus hijas enseñándoles su herencia latina partiendo por el español como segunda lengua.

“Siempre les ponemos música cubana. Les hablo en español, mi mamá le habla a Esmeralda en español. Bueno, ella les habla a las dos en español. Cada vez que puedo les presento mi cultura, ya sea a través de la música o la comida”, aseguró hace un tiempo a la revista Latina.

Eva y Ryan son padres de Esmeralda, de 2 años, y Amanda, de 11 meses, quienes se han convertido en su tesoro más preciado.

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