Más de US$294 millones fueron recaudados en 2017 por el impuesto verde, entre el rubro industrial y el de vehículos, según informó el ministerio de medioambiente.

Una política implementada por el Gobierno a fines de 2014 y en donde la mayor concentración de los ingresos fue asignado a generadoras de electricidad, con US$188 millones, y US$106 millones, correspondientes a vehículos, principalmente a vehículos diésel 4×4.

El ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, aseguró que el impuesto ha influido en vehículos más limpios y que las centrales eléctricas más contaminantes, tienen su cuenta regresiva.

No obstante, Vicente Faúndez, presidente de la Asociación de Automovilistas Unidos, criticó que si es por bajar las emisiones de contaminantes, se debiese seguir la tendencia europea en la prohibición de los vehículos diésel, que aportan según el ministerio con el 40% del total de emanaciones en fuentes móviles.

Mena, aseguró que el mercado de tecnologías eléctricas sigue siendo muy caro y que hay que esperar que bajen los costos, para que la compra de vehículos sin emisión de contaminantes tenga precios al alcance del mercado.