El juicio del ex presidente chadiano Hissène Habré por crímenes de lesa humanidad ante un tribunal especial africano en Dakar se reanuda este lunes tras una interrupción de 45 días destinada a permitir que sus abogados de oficio lo representen ante una jurisdicción que Habré recusa.

El único acusado, que se niega a defenderse ante este tribunal al que fue conducido a la fuerza los dos primeros días del juicio, el 20 y 21 de julio, rechaza todo contacto con sus tres abogados de oficio.

Este proceso antes las Cámaras Africanas Extraordinarias (CAE), tribunal especial creado en virtud de un acuerdo entre Senegal y la Unión Africana (UA), debe servir de test en la lucha contra la impunidad en el continente, donde la Corte Penal Internacional está acusada con frecuencia de no perseguir a dirigentes africanos.

El ex dictador de 72 años, conocido como “el Pinochet africano”, está detenido en Senegal desde que fue arrestado hace dos años en su residencia de Dakar, donde se refugió en diciembre de 1990 tras ser derrocado por el actual presidente, Idriss Deby Itno. Está procesado por “crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crímenes de tortura”. Puede ser condenado a 30 años de cárcel o a trabajos forzados a perpetuidad.

En un comunicado publicado el domingo, los abogados que designó, Ibrahima Diawara y François Serres, confirmaron “las instrucciones del presidente Habré recibidas este día en la cárcel de Cap Manuel”.

Su cliente “no reconoce ni las CAE, ni a los abogados de oficios que se negó a recibir, que sólo están ahí para salvar las apariencias de una parodia de justicia y que no podrán hacer uso de la palabra contra su voluntad”, indican.

“Hissène Habré siempre puede intentar provocar más perturbaciones, no dispone de veto sobre la oportunidad de su juicio o sobre el derecho de las víctimas a obtener justicia”, aseguraba por el contrario la semana pasada, en un comunicado de Human Rights Watch (HRW), Reed Brody, que se ocupa del caso en la oenegé.

“Habré se negó a comunicarse con los abogados de oficio y casi seguro que intentará recusarlos”, según HRW, que cuenta con el presidente del tribunal, el burkinabés Gberdao Gustave Kam, para desbaratar cualquier intento de obstrucción.

‘Los crímenes mejor documentados de África’

Al abrirse el proceso, los gendarmes habían evacuado a los partidarios del acusado, que coreaban lemas hostiles a la corte. Al día siguiente, Habré gritó “¡Alá Akbar!” (“Dios es el más grande”, en árabe), y al ser aplazado 45 días el juicio hizo la “V” de la victoria.

El 2 de septiembre, un abogado senegalés interpuso querella en nombre de víctimas chadianas ante las CAE contra Idriss Deby Itno por “crímenes de genocidio, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y torturas” en su toma del poder en 1990, trámite condenado al fracaso y una maniobra de diversión según juristas.

Hasta poco antes de su caída, Habré contó con el apoyo de Estados Unidos y Francia contra la Libia del coronel Gadafi, considerado un “padrino del terrorismo”. 

La represión durante su régimen (1982-1990), ejercida sobre todo por la temible Dirección de la Documentación y Seguridad (DDS), su policía política, dejó 40.000 muertos, según las estimaciones de una comisión chadiana de investigación.

“Evidentemente, el descubrimiento de documentos de la DDS era un momento esencial porque dichos documentos constituyen una hoja de ruta. (Los crímenes reprochados a Habré, NDLR) son de los mejor documentados de África. Estos documentos reconstituyen con detalle la represión del pueblo chadiano bajo Hissène Habré”, explicó Reed Brody a la AFP.

El proceso debería durar dos meses. Un centenar de testigos prestarán declaración. Más de 4.000 víctimas “directas o indirectas” se han constituido parte civil.