Brittany Adler es una joven de 24 años que trabaja como consejera de niños en la ciudad de Atlanta en Estados Unidos y también es voluntaria de una clínica de hipoterapia donde ayuda a pequeños que requieren terapia física y ocupacional. Además, posee una licenciatura en Ciencias del Ejercicio y de la Salud y actualmente busca obtener un doctorado en terapia pediátrica.

La chica es un ejemplo de que las personas con discapacidad pueden hacer muchas cosas. Adler sufre un raro trastorno llamado distonía, que provoca contracciones involuntarias y repetitivas de los músculos. Esto hace que tenga dificultades para controlar bien su habla y movimientos.

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Aunque ella se las ha arreglado para ser feliz viviendo con este problema, hay personas que parecen no comprenderlo e incluso le han faltado el respeto por ello.

Según contó Brittany al sitio de contenidos virales Aplus, mientras estaba un restaurante en Estados Unidos junto a un amigo, el mesero no podía entender su pedido. Pero en lugar de pedirle que le repitiera lo que decía, se molestó y se fue enojado, sin recibir su orden.

La joven dijo haber quedado confundida con la mala reacción del trabajador y su amigo le propuso que se fueran de ahí. Fue así como llegaron a otro local, donde la chica pidió un lápiz y un papel para canalizar su frustración a través de una carta.

La misiva decía:

“Hola, mi nombre es Brittany Adler. Tengo 24 años. Me gradué de una Licenciatura en Ciencias del Ejercicio y la Salud. Planeo obtener mi doctorado en Terapia Física. También pasa que tengo distonía, un trastorno que afecta mi tono muscular y el habla. El hecho de tener esta discapacidad no significa que deberían faltarme el respeto. Lo bueno es que soy una persona fuerte, de lo contrario, habría quedado devastada. Con esto quiero decir que, todo el mundo, incluyendo a las personas con discapacidad, deben ser respetadas por igual … a pesar de que puede ser más difícil de entender. Nunca se debe pasar a llevar a la gente. ¡Todo el mundo tiene algo que decir! Sinceramente, Brittany”.

Brittany Adler

Brittany Adler

Tras esto, volvió al restaurante del desaire y delante de todo el mundo, incluyendo al irrespetuoso mesero, leyó la carta en voz alta.

Adler contó que en ese momento el trabajador se disculpó con ella, al igual que el chef del recinto, quien con lágrimas en los ojos le dijo que su hija también tenía una discapacidad.

“No puedo culpar al trabajador por no estar expuesto a diferentes tipos de personas. Yo sólo quería estar segura de que sabían que no puedes faltarle el respeto a alguien por cualquier motivo”, indicó.