La pesca artesanal de Coquimbo, durante el 2014, marcó la agenda debido a las protestas y marchas que se centraron en la ciudad puerto, lo cual produjo la visita del subsecretario del sector.

Conflictos por la revisión a la Ley de Pesca, perforación de las 5 millas por los industriales, la extracción de recursos por arrastre y el incumplimiento de los compromisos de las autoridades hacen que el balance anual realizado por el gremio sea negativo, según consignaron.

Recordado es el movimiento nacional que se llevó a cabo para la protección al fraccionamiento de la Jibia, que finalmente se mantuvo con un 80% para la pesca pequeña, siendo el principal recurso que sustenta la actividad. Igual, se buscó regular el arte de pesca del citado recurso, proponiendo un sistema por línea de mano, lo cual no se consiguió.

Pascual Aguilera, presidente de la Coordinadora de Pescadores por el borde costero de Coquimbo, señaló el 2014 no fue para nada bueno. “En las promesas de Gobierno, se consideraba la revisión de la Ley de Pesca y terminar paulatinamente con la extracción de recursos por arrastre, pero en ninguno de los dos temas se avanzó ni siquiera un mínimo. Respecto a la normativa, nos molesta que aún se considere que de la pesca, un 90% debe ser para la industria y sólo el 10% para los artesanales, obviamente es algo negativo y que nos preocupa, ante la pasividad existente de las autoridades y el incumplimiento de compromisos”, señaló.

Aguilera agregó que “por otra parte, se solicitó encarecidamente el control y fiscalización sobre las naves mayores que extraen recursos, pero nos enteramos que existe una moción parlamentaria en la Comisión de Pesca, donde se pide una prórroga de la implementación del posicionador satelital. Lo otro es que se nos aseguró que la primera milla estaría en manos de nosotros para ser trabajadas, y ahora vemos que existen proyectos portuarios mineros y otros inconvenientes. Esto realmente trajo un año nada bueno”.