La inmigración de ciudadanos de países nuevos miembros de la Unión Europea (UE) hacia el Reino Unido debería ser limitada, es lo que pronará este lunes el viceprimer ministro británico en un discurso sobre un tema considerado crucial a nueve meses de las elecciones generales.

Según la copia del discurso, a la que tuvo acceso la AFP, el líder de los demócrata-liberales, Nick Clegg, quien integra la coalición de gobierno en Gran Bretaña, propondrá endurecer el sistema de integración europea actualmente vigente.

De acuerdo a éste, los nuevos miembros de la UE deben esperar siete años para que sus ciudadanos tengan el derecho de vivir y trabajar en otro país de ésta. Clegg aspira a que este plazo sea aún mayor, lo que justifica por las diferencias económicas entre los diferentes Estados.

Las naciones como el Reino Unido, además, deberían tener el derecho de frenar la entrada dentro de sus fronteras si el número de migrantes es muy importante una vez cumplido este plazo, arguye el viceprimer ministro en su discurso.

“Es algo normal -y digo esto en tanto proeuropeo- que reformemos la libertad de movimiento para reflejar esas realidades”, considera. “No se trata de cerrar la puerta, pero sí de estabilizar el flujo de personas que entran al Reino Unido, de manera prudente y honesta”, añade Clegg.

“Esto es en interés de todos aquellos que viven aquí -sean nativos del Reino Unido o no-, el estar seguros de que cuando un nuevo miembro se adhiere a la UE no haya sorpresas ni temores”, afirma.

Entre los candidatos actuales a integrar la UE figuran Albania, Islandia, Montenegro, Serbia y Turquía, pero el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ya advirtió que no habrá nuevas adhesiones durante los próximos cinco años.

Las encuestas muestran que la inmigración es uno de los problemas mayores para los votantes británicos de cara a las elecciones generales de mayo de 2015.

Bajo presión por el crecimiento del Partido por la Independencia UKIP, euroescéptico, el primer ministro David Cameron prometió renegociar los vínculos británicos con Bruselas y organizar un referéndum sobre la continuidad del Reino Unido en el UE antes de fines de 2017, si es reelegido.