El jefe del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, afirmó este martes estar dispuesto a “debatir” su controvertido proyecto de ley del aborto, para presentar una reforma “razonable”, pero reafirmó que no lo retirará pese a las críticas.

“Ese es un tema muy difícil”, afirmó en una entrevista con la emisora de radio privada Cadena Ser. “Nosotros hemos presentado un anteproyecto de ley y estamos dispuestos a hablar y a debatirlo con quien quiera”, agregó.

Rajoy recordó que la reforma de la ley del aborto figuraba en el programa de su partido para las elecciones legislativas de noviembre de 2011, cuando fue elegido por mayoría absoluta.

“Nosotros lo llevamos en el programa y estamos dispuestos a escuchar a todo el mundo e intentar hacer una cosa que sea razonable”, aseguró. Pero dejó claro: “No vamos a retirar la ley”.

Adoptado el 20 de diciembre en consejo de ministros, el texto, que aún no ha sido debatido en el Parlamento, sólo autoriza el aborto en caso de peligro para la vida o la salud física o psíquica de la madre o tras una violación que haya sido denunciada.

Esta ley reemplazaría a la aprobada en 2010, bajo el anterior gobierno socialista, que autoriza la interrupción del embarazo hasta las 14 semanas para todas las mujeres, sin justificación, y hasta las 22 semanas en caso de malformación del feto o de riesgo físico o psíquico grave para la madre.

Excluyendo la malformación del feto como motivo para abortar, un supuesto que estaba sin embargo incluido en la primera ley del aborto de la democracia española en 1985, el proyecto conservador despertó duras críticas de la oposición de izquierdas y los movimientos feministas.

Miles de personas se manifestaron contra la reforma y algunas voces pidiendo su supresión se alzaron incluso en el seno del Partido Popular de Rajoy.

Las críticas fueron también firmes en el exterior. El gobierno socialista francés denunció en enero, a través de su ministra de Asuntos Sociales Marisol Touraine, una ley que “devolvería a las mujeres a la edad de piedra”.