Una serie de documentos que mantiene la Fiscalía Regional de Arica, confirmarían la participación del fiscal adjunto, Manuel González, en el presunto tráfico de drogas y asociación ilícita detectadas en el OS-7 de Carabineros de esa ciudad.

Según los papeles del caso, González autorizó la internación de la droga mediante el envío de permisos a diversas instancias, con motivo de trasladar controladamente más de 299 kilos de marihuana (primer operativo cuestionado del 5 de agosto) hasta Santiago.

Los oficios, dados a conocer por el diario La Segunda, muestran cómo el fiscal dio la orden para que se disponga de “un agente, que en calidad de encubierto pueda participar en el procedimiento y de esta forma tomar contacto, con el o los destinatarios de la droga”.

Además, define que “personal de la sección OS7 de Arica, de Carabineros de Chile, sea la autoridad encargada de vigilar y custodiar debidamente las sustancias prohibidas que se transportan”.

Ante esto, la fiscal regional de Arica y Parinacota, Javiera López, estimó en un escrito enviado al Tribunal de Garantía que hay “fundadas sospechas, basadas en hechos determinados, de la eventual participación del señor González en algunos de los delitos del artículo 3 o 16 de la ley número 20.000 o en defecto del artículo 13 de la Ley 20.000 (referidos a tráfico u omitir información respecto a éste siendo funcionario público) al mantener asignadas todas las causas antes mencionadas, mantuvo una inactividad inusual en este tipo de investigaciones, no realizó diligencias para efectos de abordar las omisiones y contrasentidos de procedimiento policial”.

Cabe decir que actualmente el persecutor fue suspendido de sus funciones, siendo retirado su teléfono celular y su computador, el que es periciado por la Brigada Investigadora de Lavado de Activos (Brilac) de la Policía de Investigaciones (PDI) en Santiago.