De manera muy escueta el senador de Renovación Nacional, Carlos Larraín, se refirió a las irregularidades detectadas por el Servicio Médico Legal (SML) en la primera autopsia realizada a Hernán Canales, quien falleció la madrugada del 18 de septiembre en Curanipe, al ser atropellado por el hijo menor del parlamentario, Martín Larraín Hurtado.

El timonel de Renovación Nacional, visiblemente afectado descartó tener alguna responsabilidad en la supuesta falsificación o adulteración del informe forense preliminar. El legislador pidió entender el difícil momento por el que atraviesa su familia y recalcó que con esta situación ellos son los principales perjudicados.

El doctor Luis Ravanal, perito forense contratado por la parte querellante, aseguró que tras la exhumación del cadáver de Hernán Canales, quedó de manifiesto que las heridas que sufrió el agricultor eran tratables desde el punto de vista médico y que además, con el socorro oportuno, no habría muerto.

Ravanal agregó que él conversó personalmente con el médico que elaboró el informe de la primera autopsia, la que como se sabe nunca se realizó indicando heridas que nunca existieron.

En este sentido, el abogado de la familia de Canales, Gonzalo Bulnes, aseguró si Martín Larraín se hubiera preocupado de su víctima, éste se habría salvado, razón por la cual pedirán que se procese a Larraín por homicidio simple por omisión.

El abogado defensor de Martín Larraín, Rodrigo Ávila, descartó que ellos tengan algún grado de responsabilidad en el primer protocolo de autopsia, ya que, a su juicio, esta se realizó el 18 de septiembre, cuando aun no se sabía que el hijo del senador Carlos Larraín, tenía alguna responsabilidad en el accidente.