El canciller de Brasil, Luiz Figueiredo, sostienen este viernes una reunión con el secretario de Estado, John Kerry, en la que esperaban revisar la agenda bilateral, incluyendo el caso del espionaje norteamericano, comprobó un periodista de la AFP.

Los cancilleres se estrecharon las manos y saludaron sonrientes a las cámaras al iniciar el encuentro en una sala de un hotel neoyorquino, al margen de la Asamblea General de la ONU.

Los diplomáticos, flanqueados por una bandera brasileña y otra estadounidense, no ofrecieron declaraciones a la prensa.

La reunión fue pedida por Estados Unidos y en ella se trataba la agenda bilateral, incluyendo la cuestión del espionaje, señalaron el jueves a la AFP fuentes diplomáticas brasileñas.

El encuentro Figueiredo-Kerry tiene lugar en un momento muy bajo de las relaciones entre ambos países, luego de que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, decidiera suspender una visita de Estado a Washington prevista para el 23 de octubre a raíz de las revelaciones de espionaje internacional norteamericano de la que fue objeto.

Rousseff pronunció el martes en la apertura de la Asamblea General de la ONU un duro discurso para denunciar esa práctica de la administración del presidente Barack Obama, calificándola de “quiebre del derecho internacional” y pidiendo un control multilateral del uso de internet.

Documentos entregados por el ex analista de inteligencia Edward Snowden y publicados en la prensa indican que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) espió comunicaciones de Rousseff y la petrolera estatal Petrobras.

Obama, que habló después de Rousseff en la apertura de la cita anual de líderes mundiales en la ONU, no pidió disculpas por el tema, como exige Brasil, y se limitó a una mención muy general, señalando que su país estaba revisando el modo en que obtenía información de inteligencia para alcanzar un “equilibrio correcto” entre sus necesidades y las preocupaciones de sus ciudadanos y aliados.