Los familiares de la primera víctima del llamado asesino en serie de Curicó, criticaron a la justicia por su rol en el caso y afirmaron que las insinuaciones homosexuales que realizaba el sujeto al cometer sus crímenes sólo correspondían a parte de su coartada.

Jorge Fuentealba de 27 años, apodado “el Ñoco” cometió su primer crimen cuando aún era menor de edad. En ese momento acabó con la vida de Sergio Santelices Cordero, operador de la máquina retroexcavadora municipal de Vichuquén, en un sitio eriazo de la estación de ferrocarriles.

El martes se conoció la nueva detención del acusado, situación que revivió el dolor en la familia de su primera víctima. Los familiares insisten en que las insinuaciones homosexuales que el sujeto les habría hecho no son más que una coartada para librarlo de las atrocidades que cometió.

Por lo menos así lo piensa y expresa Marco Santelices Cordero, hermano de la primera persona que fue masacrada hace un par de años por el llamado “Chacal de Curicó”.

Críticas

En este contexto, Marco Santelices formuló una fuerte crítica al sistema de administración de justicia, ya que para él esta institución le concedió beneficios a Jorge Fuentealba mientras estaba privado de libertad, para que al momento de salir libre continuara con sus asesinatos.

Recordó también el afectado que “ la jueza de menores de la época en el año 2004, declaró que el asesino no tenía discernimiento y lo quiso dejar libre; afortunadamente gracias a la persistencia y al trabajo del fiscal Carlos Gajardo, se logró condenar a esta persona, quien por un robo con homicidio y otro delito de hurto sólo fue condenado a ocho años. No tengo duda que la labor del señor Fiscal salvó varias vidas; espero que ahora que es un adulto este delincuente reciba la pena que se merece, en este caso no hay rehabilitación posible” dijo el hermano de la primera víctima del acusado.