La académica cubana Camila Piñeiro, hija de un histórico comandante revolucionario que dirigió los servicios secretos de Fidel Castro, abogó este miércoles por una “democracia participativa” en la isla, a partir de las reformas económicas del presidente Raúl Castro.

“Si los cambios se concentran solo en ‘perfeccionar la economía’, no solo no se logrará el objetivo de mejorar las condiciones materiales de la población cubana, sino que la cohesión social que ha sostenido a la Revolución se verá afectada”, advirtió Piñeiro en un artículo publicado en la edición digital de la revista teórica cubana Temas.

“La conveniencia de la democracia, no la representativa liberal, sino una ‘real’ o ‘participativa’, es ampliamente aceptada en el mundo de hoy”, afirmó la académica, hija del fallecido comandante Manuel Piñeiro (“Barbarroja”) y de la teórica de izquierda chilena Marta Harnecker.

Las reformas de Raúl Castro, ratificadas por el VI Congreso del Partido Comunista (único) en abril de 2011, han abierto espacio a los negocios privados y al trabajo por “cuenta propia”, y acabado con prohibiciones “excesivas” que existían desde los años 60, como la compraventa de casas y autos.

Mientras la Iglesia católica y algunos intelectuales piden mayor celeridad en las reformas, las autoridades afirman que éstas son una mera “actualización” del sistema económico socialista y descartan cualquier cambio en el régimen unipartidista.

Piñeiro identificó tres corrientes en las actuales estructuras de poder en Cuba: “estatistas”, “economicistas” y “autogestionarios”.

Dijo que a los estatistas no les interesa hacer cambios profundos, sólo que el Estado funcione bien; los “economicistas” (la tendencia predominante) pretenden lograr una economía eficiente a cualquier costo; mientras los “autogestionarios” piden avances económicos pero atendiendo las necesidades sociales y con control popular sobre la gestión.

“El estatismo es abiertamente reconocido como la corriente de pensamiento que nos ha conducido a la situación actual (de prolongada crisis económica y masiva emigración), y por tanto de la que tenemos que alejarnos”, señaló la investigadora del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana.

Barbarroja (1933-1998) fue uno de los jefe de los servicios secretos de Fidel Castro y organizador en las sombras de la ayuda a grupos izquierdistas y guerrilleros de América Latina en los años 60 y 70.