La canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso Vladimir Putin se mostraron el viernes en Berlín a favor de una “solución política” en Siria, en donde aparecen elementos “precursores” de una guerra civil, según el mandatario ruso.

Al final de un encuentro con Merkel, Putin, que el 7 de mayo comenzó un tercer mandato como presidente, aseguró que no se podía “hacer nada por la fuerza” en Siria, donde la reciente matanza de Hula (centro) suscitó indignación a nivel mundial y precipitó la expulsión de representantes diplomáticos sirios en varios países occidentales.

“Expresamos ambos nuestra convicción de que hay que encontrar una solución política” a la crisis en Siria, declaró la canciller asegurando que su visión sobre la situación en el terreno “no es diferente”. Merkel subrayó la voluntad común de asegurar la estabilidad en la región, postura con la que se diferencia de Estados Unidos que tiene un discurso más virulento hacia Rusia.

El jueves la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, cuestionó directamente a los rusos al estimar “que su política contribuirá a una guerra civil”.

A pesar del indefectible respaldo de Moscú al régimen del presidente sirio Bashar al Asad, Putin aseguró que su país no apoya a ninguna de las partes que se enfrentan en Siria y desmintió que Rusia entregue a ese país armas utilizables en una guerra civil.

Estimó además que veía aparecer elementos “precursores” de una guerra civil. “Es extremadamente peligroso”, subrayó.

Alemania rechazó en varias ocasiones la idea de una intervención militar en Siria.

Frente a la “situación muy difícil de Siria”, la canciller aseguró que había que “hacer todo lo posible para que el plan (de paz de Kofi) Annan sea aplicado y llegado el caso ampliado”.

El presidente francés, François Hollande, que recibirá a Vladimir Putin este viernes, evocó el martes por vez primera la hipótesis de una intervención militar extranjera en Siria, siempre y cuando se haga bajo un mandato explícito de la ONU.

El dirigente ruso, que efectúa su primer viaje a países occidentales desde que regresó al Kremlin, luego de uno a Belarús el jueves, fue recibido en Berlín con honores militares, como lo dicta el protocolo para una visita de un jefe de Estado recientemente elegido.

Manifestantes agrupados frente a las rejas de la sede de gobierno intentaron perturbar la ceremonia agitando banderas sirias, silbando y gritando.

En París, el presidente ruso conocerá al mandatario francés, con quien cenará en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia gala.

La ONU advirtió que existe un riesgo de una “catastrófica guerra civil” en Siria después de la masacre de Hula, que dejó 108 muertos y provocó indignación.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, sostuvo el viernes durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos sobre Siria que la masacre de Hula podría constituir “crímenes contra la humanidad y otros crímenes internacionales”. Esos actos pueden ser la señal de un modelo de ataques sistemáticos o generalizados contra las poblaciones civiles que fueron perpetrados con total impunidad”, dijo Pillay.

Antes de la gira de Putin, varias organizaciones de defensa de los derechos humanos pidieron el cese inmediato de las entregas de armas rusas a Siria.