La economía china tuvo en el primer trimestre de 2012 su menor nivel de crecimiento en tres años, en un marco de reducción de las exportaciones afectadas por la crisis de la deuda en Europa y de una insuficiente dinamización del mercado interno.

El Producto Interno Bruto (PIB) de la segunda economía mundial creció un 8,1% en el período enero-marzo respecto al mismo periodo del año precedente, en la quinta disminución trimestral consecutiva del ritmo de crecimiento.

Ese resultado es el más bajo desde el segundo trimestre de 2009, en plena tormenta financiera mundial, cuando el PIB chino había crecido un 7,9%.

En 2011, el crecimiento de la economía china fue disminuyendo desde un 9,7% en el primer trimestre a un 8,9% en el cuarto.

“La economía china se desaceleró hasta llegar a su menor nivel de crecimiento desde el inicio de la crisis financiera, bajo el doble impacto de la debilidad de las exportaciones y de la ralentización del sector de la construcción”, señaló Ren Xianfang, economista en Pekín de la consultora IHS Global Insight.

Pero la tendencia “se asemeja cada vez más a una consolidación lenta y no a una desaceleración brutal como la de 2008-2009″, agregó.

El Gobierno chino, que en los años anteriores tenía una meta de crecimiento del PIB de 8%, la redujo este año a un 7,5%.

“La economía china se estabiliza, desacelerándose, pero sigue manteniendo un crecimiento (…) relativamente rápido”, dijo el portavoz de la Oficina nacional de Estadísticas, Sheng Laiyun, durante un encuentro con la prensa.

Los analistas son optimistas sobre la evolución de la economía china en los próximos meses, en particular tras anunciarse un elevado volumen de nuevos préstamos otorgados por los bancos chinos durante el mes de marzo.

Pero la economía china sigue esencialmente impulsada por las inversiones, pese a la proclamada voluntad del gobierno de darle más peso al consumo de los hogares.

Los exportadores chinos sufren, por otra parte, los efectos de la crisis en la Unión Europea (UE), su primer cliente. En el primer trimestre, los intercambios con la UE solamente crecieron un 2,6%.

“La recuperación de la economía mundial afronta dificultades, por ello hay una enorme presión sobre las exportaciones”, explicó Sheng.

“Hay fuertes posibilidades de que las exportaciones chinas se recuperen tras este primer trimestre”, opina no obstante Ren. “Parece cada vez más evidente que la crisis de la deuda en la zona euro no tendrá el mismo rol negativo para la demanda mundial que la crisis financiera de las sub-primes de 2008″, añade.

Gracias a una tendencia a la baja de la inflación en China –pese a una subida del índice de los precios en marzo de 3,6%, contra 3,2% en febrero– el gobierno chino dispone aún de un margen de maniobra para flexibilizar su política monetaria, con el objetivo de estimular la actividad.

En efecto, estas cifras de crecimiento “impulsarán a China a llevar a cabo esta flexibilización, probablemente bajando las reservas obligatorias de los bancos”, y permitirles así mayores préstamos, augura Liao Qun, economista para China de Citi Bank International en Hong Kong.