Según el informe (elaborado por la DGA), los embalses redujeron su disponibilidad en un 13,6% con relación a febrero. Al compararlos con marzo de 2011, la diferencia es notoriamente menor, llegando apenas a un -2,5%. Sin embargo, al cotejar la situación con el promedio histórico, el déficit alcanza un -48,7%. El volumen almacenado, en tanto, representa un 31,2% de la capacidad total.

Con la excepción del embalse Cogotí, en la región de Coquimbo; Rapel y Convento Viejo, en la región de O’Higgins, y Ralco en la del Bío-Bío, la mayoría disminuyó en diversa medida sus volúmenes.

Al segmentar por el tipo de los embalses, las disminuciones fueron de distinta magnitud. Mientras los dedicados al riego presentaron una reducción del 15,1% de sus reservas, los destinados al agua potable disminuyeron sus reservas en un 11,9% y los de generación lo hicieron en un -6,8%. Por su parte, los embalses mixtos fueron los que registraron la mayor caída, alcanzando la baja a un 17,3% de su disponibilidad.

En cuanto a las precipitaciones, debido al invierno altiplánico, la zona ubicada desde la región de Arica y Parinacota hasta la de Antofagasta presenta un superávit, mientras que en la zona intermedia, situada entre la región de Antofagasta y la del Maule, la situación no varió respecto al mes pasado, manteniéndose el déficit. A partir de la región del Maule hasta la de Magallanes, los valores registrados se ubican en los rangos los normales a la fecha.

Los caudales, en tanto, disminuyeron en distinta medida aproximándose a sus mínimos históricos, especialmente en la zona central. Desde la región del Bío-Bío hacia el sur, los ríos se mantuvieron cerca o sobre los promedios estadísticos.

En términos generales, la situación hidrológica del país es muy similar a la del año anterior en igual fecha, mejorando a partir de la región del Maule hacia el sur del país.

Así también, se espera que el fenómeno de La Niña ingrese en una fase neutra en los próximos meses, lo que se traduciría en un aumento de las precipitaciones.

Al respecto, el ministro Golborne indicó que “los especialistas de la Dirección Meteorológica están claramente optimistas de que este año podríamos ir avanzando en una mayor normalidad. Sin embargo, desde la perspectiva del Ministerio de Obras Públicas y la Dirección General de Aguas, nuestro trabajo es prevenir las situaciones de suministro, especialmente de agua potable para asegurar el consumo humano. Se han tomado todas las previsiones para que en ninguna parte del país tengamos que enfrentar situaciones de escasez de agua para consumo humano”.

Por su parte, el jefe del departamento de Climatología y Meteorología Aplicada de la Dirección Meteorológica de Chile, Jorge Carrasco, indicó que “tomando elementos estadísticos, nos atrevemos a decir que lo más probable para este invierno es que estemos en un régimen de precipitaciones dentro de un rango normal. Lo más improbable es que se repita una situación de déficit. La situación de las precipitaciones debería empezar a normalizarse en la segunda quincena de mayo”.

Descarga aquí el Informe de situación hídrica del país.