Diputados de la UDI insistieron en que no apoyarán una reforma tributaria que no considere una rebaja del impuesto específico de los combustibles.

Renovación Nacional, en cambio, presentó una propuesta para paliar el alza del precio de los combustibles, que no toca dicho tributo.

Los diputados gremialistas Gustavo Hasbún y Mónica Zalaquett reiteraron su llamado al gobierno a rebajar este tributo que -dijeron – no afecta a los más ricos, sino a las clases media y baja.

Los parlamentarios pidieron una disminución pareja del impuesto específico de los combustibles, de 6 a 4 Unidades Tributarias Mensuales, y a 3 para quienes usan sus vehículos como herramienta de trabajo.

El diputado Hasbún insistió en que parte de la bancada UDI no está dispuesta a apoyar una reforma tributaria que no incluya una medida en esa dirección.

La diputada Zalaquett aseguró que nada justifica la mantención de un tributo que se estableció sólo para la reconstrucción después del terremoto de 1985.

Agregó que el automóvil ya no es lujo, sino un bien de trabajo y esparcimiento, particularmente para la clase media:

En cambio, la bancada de diputados de Renovación Nacional hizo llegar al gobierno una serie de propuestas para paliar el alza del precio de los combustibles.

Entre ellas están el congelamiento de las tarifas de la locomoción colectiva en todo el país y la entrega de un bono invierno de 50 mil pesos, al 60% de las familias más pobres.

Además, plantean un crédito tributario para las personas que utilizan sus vehículos como medio de trabajo.

El diputado José Manuel Edwards reconoció que buscan diferenciarse de la posición de la UDI, pues – a su juicio – rebajar o eliminar el impuesto específico, mermaría las arcas fiscales en 2.400 millones de dólares anuales, lo que provocaría el desfinanciamiento de programas sociales.

La propuesta de los diputados de Renovación Nacional fue entregada al ministro de Hacienda, Felipe Larraín.