Seguramente te ha pasado que, si bien estás enamoradísimo de tu pareja, no puedes evitar ver a otra persona con ojos libidinosos. Quizás te sentirás culpable, pero no te preocupes. Esto responde a una cualidad que escapará de tu control, ya que se encuentra en tus genes.

Este dato fue revelado por el libro de los investigadores Christopher Ryan y Cacilda Jethá, quienes revelan en su último libro titulado “En principio era el sexo”, los orígenes de la sexualidad moderna, según informó ABC.

Según la tesis que presentan, los seres humanos vivían en grupos de nómadas donde todo se compartía, desde la comida, el cuidado de los niños hasta las parejas sexuales. Sin embargo, con la llegada de la agricultura, esto desapareció, ya que trajo consigo el concepto de “propiedad privada”.

El investigador habla de una sociedad donde imperaba la paz, porque no había escasez de alimentos ni de sexo, y si es que habían conflictos, nunca se dejaba que llegasen a suponer una amenaza para el grupo.

Si bien en el libro detallan esta teoría, también aclaran que los humanos tenemos la capacidad de controlarnos. Ryan compara la monogamia con el ser vegetariano. “Tú puedes decidir ser vegetariano y puede ser una decisión sana, inteligente y ética. Pero ser vegetariano no cambia el hecho de que por naturaleza eres omnívoro. En nuestra especie somos omnívoros tanto en la dieta como en el sexo”, indicó el investigador a ABC.

Por otro lado, el escrito señala que somos una de las pocas especies que está dispuesta a tener relaciones sexuales aunque la hembra no ovule, y el acto tiene más que ver con la socialización que con la reproducción.