Once meses después de iniciada una batalla judicial, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, interpuso un último recurso antes la Corte Suprema británica contra su extradición hacia Suecia y cuya admisibilidad será examinada el 5 de diciembre, anunció el martes el tribunal.

La Alta Corte de Londres había confirmado el 2 de noviembre la extradición del australiano de 40 años hacia Suecia en donde está acusado de violación y agresiones sexuales.

“La Alta Corte recibió una demanda de Julian Assange para someter el caso a la Corte Suprema”, indicó a la AFP un portavoz judicial.

La audiencia para determinar la admisión del recurso se llevará a cabo el 5 de diciembre. Este recurso puede ser autorizado únicamente si se refiere a un aspecto jurídico de interés general, y no limitado al caso específico de Assange.

Es posible que el tribunal tome su decisión ese mismo día, informó una fuente judicial.

El fundador de WikiLeaks, detenido en diciembre de 2010 en Londres en respuesta a una orden de detención europea, está acusado por dos suecas de haberles impuesto relaciones sexuales no protegidas en agosto de 2010.

Assange niega esta acusación y denuncia una maquinación política de Estados Unidos vinculada a la divulgación por el sitio WikiLeaks de centenares de miles de telegramas diplomáticos estadounidenses desde noviembre de 2010.

Tras pasar nueve días encarcelado en diciembre pasado, Assange logró el 16 de ese mes la libertad condicional y vivió prácticamente recluido en la mansión de un amigo situada a unos 200 km al este de la capital a la espera de una decisión judicial. Debe respetar un toque de queda y llevar un brazalete electrónico.

En una “autobiografía no autorizada” publicada en septiembre, Julian Assange desmintió una vez más las acusaciones de violación y lanzó: “A lo mejor soy un falócrata, pero no un violador (…) Estas dos mujeres tuvieron relaciones conmigo plenamente consentidas”.

El 2 de noviembre la Alta Corte de Londres rechazó que los hechos calificados como violación en Suecia puedan ser considerados como un acto consentido en Gran Bretaña. Había estimado también que el mandato de detención europeo era legal, lo que cuestionaban los abogados de Assange arguyendo que había sido emitido por un simple fiscal y no un tribunal.

Además de sus problemas con la justicia, Julian Assange perdió mucho en once meses: sus respaldos se esfumaron y WikiLeaks está amenazado con cerrar, debido a las dificultades financieras.