La atleta Érika Olivera terminó quinta en el Maratón de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 con un crono de 2 horas 44 minutos y 6 segundos, perdiendo la opción de revalidar sus preseas continentales obtenidas en Winnipeg 1999 y Santo Domingo 2003.

Mientras tanto, la otra competidora chilena, Natalia Romero, fue séptima con 2 horas 47 minutos y 32 segundos en la prueba que fue ganada por la brasileña Adriana Da Silva, ganadora con 2 horas 36 minutos y 37 segundos, registrando la nueva mejor marca para el maratón en la historia de los Juegos Panamericanos, rebajando el récord que ostentaba Érika Olivera desde Winnipeg 1999 en 1 minuto y 4 segundos. 

Tras la competencia, la destacada maratonista sostuvo que ahora se enfocará en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, no descartando que ésta se transforme en su última presentación en unos Juegos Panamericanos.

En relación a la competencia, Olivera reconoció que les jugó en contra el ritmo inicial de la competencia junto con el calor reinante, pese a lo cual su experiencia le sirvió para lograr el meritorio quinto lugar.

Por último, la reconocida maratonista chilena subrayó que sabía de las potencialidades de sus rivales, como el caso de la brasileña Adriana Da Silva que rompió el récord panamericano que la propia Olivera había establecido en Winnipeg 1999.

“Yo sabía de antes que el nivel de este Panamericano venía muy fuerte por las marcas que venían haciendo las maratonistas este año, pero aún así no dejo de soñar”, afirmó.