La liberación del soldado israelí Gilad Shalit después de cinco años de cautiverio en manos del Hamas generó un fuerte impacto emocional e infundió en muchas capitales nuevas esperanzas de reactivar el proceso de paz israelo-palestino.

Shalit, de 25 años, fue canjeado por 1.027 presos palestinos, 477 de los cuales fueron liberados de inmediato (los otros 550 lo serán en los próximos dos meses).

El militar, transferido de Gaza a Egipto antes de regresar a su país, dijo que esperaba que su liberación ayudase “a realizar la paz”.

Un deseo que encontró eco en declaraciones de numerosos líderes mundiales.

El canje de presos “forma parte de los esfuerzos por la estabilidad y la seguridad” en Medio Oriente, señaló el primer ministro egipcio, Esam Sharaf, cuyo país medió en el canje.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recordó que Shalit tiene también la nacionalidad francesa e hizo votos para que su liberación permita “reanudar conversaciones” entre israelíes y palestinos.

Esa misma tonalidad primó en las reacciones de Gran Bretaña e Italia.

“Felicito al primer ministro (israelí, Benjamin) Netanyahu y a todas las personas implicadas por devolver (a Shalit) a casa sano y salvo y espero que este intercambio de prisioneros sea un paso más en dirección a la paz”, dijo el primer ministro británico, David Cameron.

“Gran Bretaña seguirá respaldando a Israel en la lucha para derrotar al terrorismo. Seguimos firmemente comprometidos con la causa de la paz en Oriente Medio, con Israel y un Estado palestino viviendo uno al lado del otro con seguridad”, agregó.

Para el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Franco Frattini, “el acuerdo sobre el intercambio de prisioneros (…) puede ser interpretado como un mensaje de paz y puede servir para reactivar las negociaciones”

La estadounidense Hillary Clinton saludó “el fin de la larga y dura prueba” sufrida por el soldado israelí Gilad Shalit.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, saludó el papel “primordial” de Egipto en las negociaciones y manifestó su deseo de que “esa colaboración fructífera entre Israel y Egipto contribuya a reanudar las relaciones de buena vecindad entre esos dos países”, que recientemente sufrieron graves tensiones.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, hizo hincapié en la liberación del soldado israelí.

“Estamos contentos porque la larga y dura prueba (…) terminó para Gilad Shalit”, declaró Clinton en una visita a la capital libia.

Turquía, que recibirá a una decena de los palestinos liberados, reivindicó un papel en las negociaciones e instó a una rápida solución del conflicto.

“Todo lo que deseamos es que las armas callen, que no haya más derramamiento de sangre y que Palestina (…) se convierta en un Estado más libre, independiente y seguro, con sus propias fronteras”, dijo el jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu.

El ex ministro brasileño de Relaciones Exteriores y actual titular de Defensa de su país, Celso Amorim, dijo por su lado que la liberación de Shalit “es un buen augurio para el futuro”.

Irán, que no reconoce a Israel, felicitó a la “nación palestina” por haber obtenido la liberación de más de mil presos “detenidos por ilegítimo régimen sionista”.

Gilad Shalit | Wikipedia

Gilad Shalit | Wikipedia