Familiares y amigos del universitario Emmanuel Uribe, que murió en julio de 2010 de un disparo en la cabeza, efectuaron una caminata por las calles de Valdivia, buscando hacer presión para llegar a la verdad.

La marcha, que congregó a más de 30 personas, buscó llamar la atención de la opinión pública y especialmente de los organismos que llevan la investigación, luego que el caso diera un vuelco, tras descubrirse que el resto de los jóvenes habían acordado una especie de pacto de silencio para ocultar la verdad.

A juicio de la madre del universitario, Elisa Cañete, esto no basta para avanzar con la investigación, por lo que espera que con los resultados que ya se han obtenido se pueda acelerar el proceso y buscar responsables sobre la muerte del estudiante.

Por esta razón, Cañete se mostró esperanzada en que las instituciones que llevan la causa desarrollen su trabajo de manera eficiente para finalmente conocer la verdad, sobre todo tomando en cuenta los antecedentes que ya se manejan al respecto.

A casi ocho meses después de ocurrido el incidente, se aclara que el revólver no pertenecía al joven muerto -como se afirmó al comienzo- y que en definitiva, el arma estaba en la cabaña a la que Emmanuel llegó para compartir con unos amigos, quienes admitieron haber mentido a la policía, motivo por el cual el abogado querellante ha solicitado nuevas diligencias al Ministerio Público.