La muerte de dos manifestantes en Yemen, en un ataque de partidarios del presidente Alí Abdalá Saleh contra una sentada en Saná, reforzó todavía más la determinación de los opositores al régimen, que este miércoles seguían movilizados en la capital del país.

El Congreso General del Pueblo (CGP), el partido en el poder, aplazó una contramanifestación prevista el miércoles a causa de la muerte de los dos manifestantes en la noche del martes, mientras que ocho diputados del partido dimitieron para protestar contra la violenta represión de la oposición.

“He presentado mi dimisión al CGP para protestar contra los métodos empleados para reprimir las protestas”, dijo a la AFP Abdo Bichr, uno de los diputados.

En Adén, la mayor ciudad del sur del país donde siguen las manifestaciones pidiendo la renuncia del presidente Saleh, en el poder desde hace 32 años, un joven murió como consecuencia de sus heridas, lo que lleva a 13 el total de víctimas en esa ciudad en una semana.

El 18 de febrero otro manifestante murió en un ataque con granada en Taez, en el suroeste.

En total 16 personas han muerto en el país desde que empezó el movimiento de protesta, según fuentes médicas.

El miércoles por la mañana miles de manifestantes volvieron a participar en una sentada delante de la universidad de Saná con gritos que denunciaban al “criminal que ataca durante la noche”.

“La sentada seguirá hasta la caída del régimen”, coreaban los manifestantes, en su mayoría estudiantes.

En la noche del martes, un ataque contra este campamento de partidarios del régimen dejó dos muertos y 23 heridos.

El ataque empezó hacia medianoche, hora local, y aunque los manifestantes, con ayuda de la policía, intentaron detener a los agresores, éstos lograron huir tras haber disparado contra la muchedumbre.

Los estudiantes lograron desalojar sin embargo a un grupo de partidarios del CGP que estaban instalados en una calle cercana a la plaza de la Universidad y que ya habían atacado el día antes a los opositores con porras y puñales, según varios testigos.

La policía bloqueó el miércoles los accesos a esta plaza, rebautizada con el nombre de “Plaza de la Liberación”, como la que fue el epicentro de la revuelta en Egipto que terminó con la caída de Hosni Mubarak.

Una delegación de la asociación de ulemas (doctores de la ley mahometana) de Yemen condenó la sentada ante la universidad de los últimos tres días, después de que lo hicieran los representantes de las tribus.

En Adén, miles de personas volvieron a las calles el martes por la noche, pidiendo “la caída del régimen” y gritando que no habría trabajo ni escuela “hasta que Saleh salga del poder”.

En Mukalla, la principal ciudad de la provincia oriental de Hadramut, tres personas resultaron heridas, una de gravedad, cuando la policía dispersaba una manifestación que también pedía la salida del presidente, según testigos.