Luego que el Gobierno creara un plan de intervención para enfrentar la contaminación por polimetal en Arica, los vecinos de la Villa San Guillermo, ubicada sobre un ex vertedero en Puente Alto, salieron a exigir una solución para ellos.

Diez años llevan los vecinos de la Villa San Guillermo, de la comuna de Puente Alto, reclamando una solución a los malos olores y las explosiones de gas que se producen en sus terrenos, donde hace treinta años existió el vertedero La Cañamera.

Fue en octubre del año 2003 cuando este caso salió a la luz pública por primera vez, debido a la explosión de una cámara subterranea que liberó una gran cantidad de gas tóxico y que asustó de sobre manera a los vecinos.

Según la dirigenta Eda Albornoz, hasta el día de hoy la autoridad no les ha dado una solución concreta a este problema que, según ella, ha provocado graves enfermedades en los habitantes del sector, incluso abortos espontáneos.

El Seremi de Salud Metropolitano, Roberto Belmar, descartó que haya un abandono de las autoridades en este caso y destacó que a fines de este año se concretará el diseño de un parque que se construirá en el lugar donde estaba el vertedero.

En todo caso, los vecinos ya lograron un triunfo para sus aspiraciones, ya que el 29º Juzgado Civil de Santiago determinó que el Estado, la constructura y el municipio de Puente Alto, deben pagar 9 millones de pesos a cada poblador, pero el caso está en el tribunal de alzada tras la apelación de éstos.