El presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, respaldó el accionar judicial realizado por Sebastián Piñera en 1982, cuando fue procesado por la quiebra del Banco de Talca, caso del cual fue sobreseído.

El titular del máximo tribunal del país dijo que el recurso de amparo presentado por la defensa del presidenciable de la Coalición por el Cambio, para dejar sin efecto una orden de detención en su contra, se ajustaba a la norma.

Finalmente, el presidente de la Corte Suprema añadió que el juicio en que se vio envuelto el abanderado presidencial fue un proceso normal.