El presidente estadounidense Barack Obama llegó la madrugada de este miércoles a Argentina, tras realizar una histórica visita a Cuba que inició el proceso de acercamiento entre los archienemigos de la región.

La aeronave que transportó a Obama, su esposa Michelle, sus hijas, Sasha y Malia, y su suegra, aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Al bajar del avión fueron recibidos por la canciller argentina Susana Malcorra.

Rápidamente la familia Obama y su comitiva abordaron las camionetas que los trasladaron hasta el lujoso Palacio Bosh Alvear, residencia del embajador estadounidense en Buenos Aires, donde se hospedará el presidente.

En Buenos Aires, lo espera una agenda cargada de protocolo, incluido un homenaje el jueves a las víctimas de la última dictadura (1976-83) en un parque de la ciudad, con la seguridad reforzada luego de los ataques perpetrados en Bélgica.

En Cuba propuso borrar las marcas de la Guerra Fría y en Argentina esperan la admisión del cuestionado papel de Estados Unidos en el golpe militar de hace 40 años.

Obama pidió más democracia en Cuba, con el presidente Raúl Castro como interlocutor de una visita llena de simbolismos que constituyeron un hito histórico para los dos grandes enemigos de la región desde el inicio de la revolución cubana en 1959.

“Vine aquí a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría”
, afirmó Obama en el último día de su visita a la isla comunista antes de partir hacia Argentina.

Después de 11 años, ésta es la primera visita de un presidente estadounidense a Argentina tras el portazo que recibió George W. Bush en 2005 durante la Cumbre de las Américas.

En esta cumbre naufragó el Tratado de Libre Comercio (ALCA) que impulsaba Washington y al que no cedieron el entonces anfitrión Néstor Kirchner ni el venezolano Hugo Chávez, ambos fallecidos en 2010 y 2013, respectivamente.

En esta oportunidad la polémica ha girado en torno a la fecha de su visita, puesto que el 24 de marzo los argentinos conmemoran 40 años del golpe militar que inició un sangriento régimen, apoyado en su momento por la inteligencia estadounidense.

Antes de su arribo a Buenos Aires en las primeras horas del miércoles, el gobierno de Obama empezó a limar asperezas al anunciar la próxima desclasificación de archivos de inteligencia y de las fuerzas armadas relacionadas con este oscuro capítulo de la historia argentina, recibido como un gesto positivo.