El senador del Partido de los Trabajadores, Delcidio Amaral, denunció ante la justicia que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y el ex mandatario, Lula da Silva, de estar al tanto de los hechos de corrupción al interior de Petrobras.

Amaral estuvo en prisión por cerca de 3 meses y buscó un acuerdo con la justicia para no ser enjuiciado, por lo que entregó una confesión respecto a la trama de corrupción en la estatal brasileña.

Esta semana, la Corte Suprema de Brasil aceptó la confesión de Amaral, donde señala que la presidenta Rousseff ha bloqueado la investigación en torno a Petrobras y que Lula sabía de los hechos de corrupción en la petrolera, señala Infobae.

Además, el senador denunció al ministro Aloizio Mercadante, figura histórica del PT, de intentar sobornarlo, para que no declarara en contra de Rouseff.

Según la confesión de Amaral, el ministro operó “como emisario de la presidenta de la República” y también le ofreció interceder en su favor ante el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, y del senador, Renan Calheiros.

Mercadante negó categóricamente esos alegatos.

“Quiero repudiar este intento de involucrarme con procedimientos que no son compatibles con el estado de Derecho democrático en Brasil”, replicó el ministro en una rueda de prensa.