Un poco más de cinco horas se prolongó la cirugía de escarectomía y autoinjerto a la cual fue sometido Pablo Ramírez Arías, trabajador de Servipag en Hualpén que fue quemado vivo por antisociales.

Se trata de un intervención quirúrgica que fue planificada para disminuir los factores de riesgo en su cuerpo tras las quemaduras como infecciones.

En concreto, se retiró la piel quemada de las extremidades superiores para luego injertar piel sana de su propio cuerpo, lo que garantiza no enfrentar un rechazo.

Respecto a porqué no se quitó el tejido quemado de la cara del paciente, el director médico del Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad, César Cárcamo, argumentó que las secuelas estéticas son complejas por lo cual van a esperar la evolución médica de la víctima. Sin embargo, recalcó que el estado del trabajador sigue siendo de gravedad.

Se estima que dentro de un plazo de 5 a 7 días se podrían observar los primeros resultados de esta cirugía, mientras que la evolución y rehabilitación de Ramírez se podría extender por cerca de ocho meses.