Karen Espíndola dio a luz a su hijo Osvaldo en el 2009, quien tenía una grave mal formación cerebral cuyo diagnóstico sólo conoció a las 12 semanas de gestación. Fue en ese punto cuando comenzó a solicitar la interrupción de su embarazo.

Su hijo sólo alcanzó a vivir un poco más de dos años sin recibir los cuidados que prometía el sistema para casos como éste. Ante esta situación, Karen señaló que hubiese preferido evitar su sufrimiento y no verlo morir.

“Estoy a favor del aborto terapéutico [...] Necesitamos que esto se despenalice porque son cosas trágicas para las mujeres, son embarazos trágicos. No estamos hablando de abortos a todo evento”.

Karen fue enfática en señalar que aunque su hijo vivió, fueron “dos años inversos en el dolor, no tuvieron sentido para él [...] Me da rabia que la gente aún no pueda ponerse en el lugar de la mujer”.

“Una ley no puede obligarme a permanecer con un embarazo inviable y el Estado tiene que garantizarnos el derecho fundamental de las mujeres. Es una tortura en vida, es macabro”.

“Me dijeron que el feto viene con la mitad de su cerebro. Terminar con ese embarazo, ver a mi hijo vivir así, ver a mi hijo morir es algo que destruyó mi vida”.

Escucha la entrevista realizada por Scarleth Cárdenas y Patricio Cuevas en Expreso Bío Bío: