La colusión de farmacias, descubierta en 2008, ocasionó que las tres grandes cadenas del país, que concentran el 90% de las ventas a nivel nacional, subieran concertadamente el precio de al menos 222 medicamentos, afectando al bolsillo de miles de familias chilenas.

Se trata de Fasa (de Farmacias Ahumada), Salcobrand y Cruz Verde, que en 2012 debieron pagar una multa de 20 millones de dólares (equivalentes a cerca de 12.706 millones de pesos con el tipo de cambio actual), impuesta por el Tribunal de la Libre Competencia, por coludirse y subir los precios de cientos de fármacos.

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Esta colusión tuvo su origen en otro hecho que impactó mediáticamente en el país: la guerra de precios entre farmacias. Ese acontecimiento fue el que trajo como consecuencia que posteriormente, las tres empresas decidieran concertar valores de venta.

La guerra de precios fue una serie de campañas publicitarias llevadas a cabo en 2007, en que se comparaban precios con la competencia, lo que las llevó incluso a iniciar acciones ante la justicia.

Al respecto, un informe emitido en 2008 por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) relata que “en agosto de 2007, Cruz Verde lanzó, a través de avisos y spots publicitados en televisión y prensa escrita, el denominado “Desafío Cruz Verde, Precios Bajos Sin Competencia”, en que comparó los precios de 685 medicamentos de marca y de alto volumen de rotación, con los precios de los mismos productos en Fasa”.

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Esa campaña “dio origen a una demanda por competencia desleal, en medio de cuya tramitación fue acogida, en noviembre de 2007, la solicitud de suspensión de la campaña publicitaria”, añade. Esa acción terminó en 2012, cuando la Corte de Apelaciones confirmó una sentencia del 17° Juzgado Civil de Santiago, en la cual se obligó a Cruz Verde a no volver a utilizar esa técnica publicitaria.

Mientras ocurría la batalla legal, la guerra había traído otras consecuencias más graves para las farmacias: la competencia por los precios era tanta, que las tres empresas debieron bajar los valores de los fármacos a niveles mínimos, lo cual ocasionó que comenzaran a perder dinero.

Esto afectó especialmente a los medicamentos de la categoría Farma, “que cumplen con la condición de ser
éticos (aquéllos cuya venta está precedida de prescripción médica) y notorios (los más vendidos)”.

Como esos productos son “capaces de inclinar las preferencias de los consumidores hacia una u otra cadena”, según la farmacia que los tenga más baratos, fueron los más “utilizados en el enfrentamiento”, narra la FNE.

Como las tres cadenas estaban comenzando a perder dinero con la competencia, Salcobrand se reunió con ejecutivos de Cruz Verde y Fasa a mediados de 2007. De esta forma, hacia noviembre de ese año “las tres deciden poner fin a la guerra de precios, del modo en que tradicionalmente culminan las guerras… pactando la paz. Pero no lo cualquier paz”, añade la Fiscalía.

Tras pactar la paz y con la finalidad de recuperar las pérdidas ocasionadas por el enfrentamiento, las farmacias “confeccionaron listas de medicamentos de diversos laboratorios, que presentaban problemas de rentabilidad derivados de la intensa guerra de precios, para evaluar cuáles serían parte del acuerdo y programar su alza”.

Y de este modo se concretó la colusión, que comenzó a efectuarse a partir de diciembre de 2007, y para la cual también se utilizó a los laboratorios como medios para coordinar y monitorear el acuerdo.

Es más, los laboratorios incluso sirvieron para comunicarles a las empresas cuándo se llevarían a cabo las alzas, de qué productos y en qué montos.

Cabe mencionar que si bien los laboratorios entregan listas de precios sugeridos para la vente de determinados remedios, son las farmacias las que pueden fijar el valor final, según sus propias estimaciones.

Una de las consecuencias que trajo la colusión fue la Ley de Fármacos. Impulsada durante el Gobierno de Sebastián Piñera, la legislación obliga a las farmacias a que cuenten con un stock fijo de genéricos y bioequivalentes, los que son más baratos -en la mayoría de los casos- que los de marca.

En tanto, este martes en un nuevo capítulo judicial del caso, el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago absolvió a los 10 ejecutivos farmacéuticos acusados de concertar de forma fraudulenta el alza de precios de medicamentos.