¿Moda o necesidad? La explosiva demanda por los alimentos sin gluten oculta consecuencias en la alimentación. Según datos de la Corporación de Apoyo al Celíaco, en Chile debieran existir alrededor de 7.500 personas que padecen esta enfermedad, pero sólo un tercio de ellos está bajo control médico.

Por otro lado, la Fundación Convivir, organización cuyo fin es mejorar la calidad de vida de celíacos, afirma en su sitio web, que este padecimiento es una condición crónica, con características de una afección autoinmune, o sea que el sistema inmunitario ataca a las células que debería proteger, la cual provoca una lesión en la mucosa del intestino delgado, con atrofia en las vellosidades intestinales, lo que contribuye a producir una inadecuada absorción de los nutrientes de las comidas como proteínas, sales minerales, hidratos de carbono y vitaminas.

Los síntomas que pueden presentar los afectados a esta enfermedad y necesitan una supervisión médica, son en su mayoría gastrointestinales. Diarrea, esteatorrea – que en la defecación se presente grasa – , gases excesivos, anemia y dolor abdominal. También se pueden presentar otras manifestaciones como fatiga, irritabilidad y úlceras bucales.

Sin embargo, durante el último tiempo y al alero de dietas que incentivan eliminarlo de las comidas diarias, los consumidores han disminuido la ingesta de este componente; pero sin ser alérgicos a él. Este fenómeno alimenticio ha sido impulsado por varias famosas, como Miley Cyrus y Gwyneth Paltrow, quienes sí padecen este malestar; esta última, por ejemplo, es intolerante al gluten y además a la lactosa, transformándose en una férrea defensora de esta dieta, incluso escribió un libro sobre recetas libre de gluten y lactosa, “It’s all Good”.

Los pros y contras de una alimentación libre de gluten

Aquellos que han sido diagnosticados como celíacos mediante un examen de sangre y biopsia intestinal; además de quienes padezcan sensibilidad al gluten, se ven beneficiados de los productos sin gluten. Sin embargo, desde la Corporación de Apoyo al Celíaco, citan que el error más frecuente es seguir una dieta sin este ingrediente antes de realizar los exámenes correspondientes y sin que se consulte a un especialista. El que la padezca, puede demorar hasta tres años para aclarar si se tiene o no la enfermedad.

Como explica la nutricionista Camila Morán, el gluten corresponde a una proteína presente en algunos cereales como el trigo, cebada, centeno y avena. “En Chile, estos cereales y principalmente el trigo, han sido fortificados con ciertos minerales y vitaminas para evitar deficiencias nutricionales; por lo tanto, si no se es celíaco o sensible al gluten, no se justifica eliminarlo de la alimentación”, afirma. Además, continúa Camila, este componente se asocia a efectos beneficiosos sobre la flora intestinal y el sistema inmune.

Por otro lado, existen peligros sobre la concepción generalizada de rotular a los alimentos sin gluten como sanos, quienes venden este tipo de productos no entregan la información a simple vista de los consumidores, según explica la nutricionista.

“Si nos fijamos en el rotulado nutricional de la portada de un alimentos libre de gluten, sólo aparece el símbolo de un trigo acompañado de un signo de prohibido. Pero, no menciona que para ese producto tenga mayor sabor y mejore su textura, han agregado en su reemplazo mayor cantidad de grasas y carbohidratos. Estos datos podemos encontrarlos en la información nutricional e ingredientes del producto. Es importante que no nos dejemos llevar sólo por la portada, ya que muchas veces contiene información que confunde”, comenta.

Bajar de peso saludablemente

Eliminar el gluten de nuestra dieta no hace que bajemos de peso como se suele creer. “En el último tiempo varios han eliminado el gluten como alimento, asociado a conductas más saludables como dejar productos refinados, comida chatarra y aumentar la ingesta de frutas y verduras. Puede que sí bajen de peso pero está dado al cambio de estilo de vida que llevaban, no al gluten específicamente”, manifiesta Camila.

Además, los precios elevados de los productos sin gluten hace que esta dieta sea no sea económica de llevar. Por ejemplo, la pre mezcla para preparar pan sin gluten cuesta alrededor de tres mil pesos, siendo que la harina normal bordea los setecientos.

Una alternativa económica y sana es llevar una alimentación variada. La nutricionista, aconseja que es preferible evitar los alimentos procesados o refinados y preferir los integrales, consumir carbohidratos en porciones adecuadas según nuestras necesidades y llevar un estilo de vida saludable. “Para lograr nuestros objetivos – de pérdida de peso – hay que llevar una vida más saludable y consumir una ingesta calórica que esté acorde a nuestras necesidades”, finaliza.