La empresa Caval, perteneciente en un 50% a Natalia Compagnon, esposa de Sebastián Dávalos Bachelet, cerró la venta del polémico predio en Machalí, donde esperaban un cambio de uso de suelo para construir condominios, un mall y un hotel, lo que no ocurrió. El valor de la venta fue $9.500 millones.

Las 44 hectáreas fueron adquiridas previamente por la compañía gracias a un crédito de $6.500 millones gestionado por el hijo de la presidenta Michelle Bachelet ante el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic. Los intereses llegaron a los $500 millones, por lo que Caval ganará por el negocio $2.500 millones.

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La situación es polémica ya que el propio Dávalos ha declarado que vive del dinero que genera su mujer, porque en su rol de director sociocultural de La Moneda no recibe pagos.

Gabriel Boric, diputado independiente, analizó la situación del también llamado “primer caballero” en conversación con Expreso Bío Bío.

El legislador opinó que el silencio de la Nueva Mayoría ante este caso se debe a que “acá hay un doble estándar. Es un tremendo error que no se mida con la misma vara los errores y actuaciones de la derecha que los errores propios. Eso es inaceptable. Termina desprestigiando a todo el sistema político”.

Termina dando cuenta de un relativismo moral que a largo plazo le hace muy mal no solamente a los partidos de la Nueva Mayoría, sino a las instituciones y a la política chilena”, añadió.

Boric también indicó que “Osvaldo Andrade está totalmente silente. Jaime Quintana está pasando por una situación difícil, pero alguien del PPD podría perfectamente levantar la voz. Yo creo que el único que ha tenido declaraciones ad hoc con esta situación es el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, pero quizás le llegó un reto y después no lo escuchamos más. Es bien vergonzoso. En la medida en que se conocen más antecedentes, por ejemplo, el de que hubo una ganancia de $2.500 millones que ya está consolidada, a mí me da vergüenza“.

“La mejor defensa en este tipo de casos es ser absolutamente inflexible y tener la misma vara, la misma vara con la que hemos medido a la derecha por todo el escándalo del caso Penta. Somos varios lo que hemos señalado que gente como Ena von Baer o Iván Moreira no debieran estar en el parlamento. La misma vara, pese a que son casos de naturaleza diferente, tiene que aplicarse con el señor Dávalos“, agregó”.

Para él, inmediatamente conocido esta situación “Dávalos tendría que haber dado explicaciones, y esas explicaciones, en caso de no ser satisfactorias, tendría que haber renunciado. En la medida en que no lo hizo, está salpicando al Gobierno, enloda innecesariamente la gestión del Gobierno con un acto entre privados”.

Finalmente, al ser consultado por la reunión entre Dávalos y Luksic y si él y su mujer hubiesen sido recibidos por el dueño del Banco de Chile de no haber sido por su parentesco con la presidenta, aseveró que “no cabe ninguna duda que no. Claramente hay un tráfico de influencias… Ninguna pyme en Chile ha recibido un préstamo de $6.500 millones con un capital tan menor como el que tenía la sociedad Caval. Evidentemente, que esto se relacionó por los vínculos del señor Dávalos con la presidenta de la República“.

Escucha la entrevista completa realizada por Scarleth Cárdenas en Expreso Bío Bío: