Millones de personas en el mundo luchan a diario para poder bajar de peso y adelgazar, pero al igual que la obesidad, la extrema delgadez trae asociada una serie de peligros para la salud.

Aunque se puede explicar por razones hereditarias o genéticas, la delgadez puede ser indicador que algo no está funcionando bien dentro del cuerpo. Según señala el portal especializado Salud 180, cuando “el peso ideal está por debajo de 10 al 20%, por un lapso de 6 meses a un año”, entonces es cuando hay que prestar atención y buscar un especialista.

A continuación te contamos algunas de las consecuencias que este problema podría desencadenar.

1. Problemas con el periodo menstrual.

Según una investigación de la escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.), las mujeres cuyo indice de masa corporal es más bajo de lo deseado, tiene un 39% más de probabilidades de desarrollar endometriosis (enfermedad que pone en riesgo las posibilidades de embarazo), que las personas con obesidad.


2. Embarazo riesgoso

Las mujeres con bajo peso suelen tener mayores posibilidades de tener complicaciones durante la gestación, lo que pone en riesgo no sólo la vida del feto, sino también de la madre. Entre otros, provoca una mayor tasa de prematuridad, retardo en el desarrollo, crecimiento fetal intrauterino y oligohidramnios, que es la disminución del líquido amniótico.

“Una mujer muy delgada es porque come poco, en el embarazo genera que el feto se alimente poco dentro de útero y orine menos y dado que el líquido amniótico está conformado esencialmente por la orina del feto, es normal que éste disminuya”, afirma el médico Sebastián Manzanares, del Hospital Universitario de Granada.

3. Mayor riesgo de muerte.

Según un grupo de investigadores del hospital St. Michael de la Universidad de Toronto, en Canadá, las personas con un peso bajo al ideal, tiene un 1,8% mayor de riesgos de fallecer antes que las personas con obesidad. Esto obedece a que la delgadez extrema suele estar asociadas a factores como una mala nutrición, problemas de salud mental y adicciones como consumo de drogas, alcohol o tabaco.

Todos estos datos provocan que el cuerpo no pueda defenderse adecuadamente cuando es atacado por agentes externos.

4. Anemia.

Las personas con bajo peso suelen carecer de hierro debido a la mala alimentación y tipo de dieta que llevan, esto provoca en ellos una alta posibilidad de desarrollar anemia. Esta enfermedad se produce justamente por la falta de este elemento, que a su vez surge por una disminución de glóbulos rojos -responsables de llevar el oxígeno a los tejidos- cuya consecuencia hace que el cuerpo se debilite, y aparezcan mareos, dolor de cabeza y fatiga, entre otros.

5. Osteoporosis.

La grasa corporal proporciona cierta protección a los huesos, por lo que al no contar con ella, las personas suelen estar más propensas a desarrollar osteoporosis, que es una enfermedad que aumenta el riesgo de fractura de un hueso y es provocada por la disminución de la masa ósea.

“La mujer extremadamente delgada, con un índice de masa corporal de entre 20 y 25, de 55 a 65 años, tienen doble de riesgo de tener fracturas que aquellas con un índice equilibrado”, afirma Susan Ott, de la División de Metabolismo, Endocrinología y Nutrición en la Universidad de Washington, Estados Unidos.