A medida que avanzó el martes y se conocieron nuevos antecedentes que mellaron aún más la credibilidad de los gobernadores de Antofagasta, Hernán Vargas; Santiago, Salvador Delgadillo; Ñuble, Cristián Fernández y de Chiloé, Claudia Placencio, la presidenta Michelle Bachelet, optó por pedirles la renuncia.

Así lo confirmó el propio vocero de Gobierno pasadas las 00 horas de este miércoles, quien eso sí no entregó detalles de la decisión presidencial.

Anuncio del portavoz de Bachelet, que ocurrió varias horas después que los renunciados gobernadores habían ya intervenido públicamente reconociendo que dejaban -en medio de las críticas- sus puestos.

Ejemplo fue el ahora ex gobernador de Ñuble, Cristian Fernández, quien a través de un comunicado agradeció las horas que alcanzó a estar como autoridad, sin aludir a los cuestionamientos respecto a su función como alcalde de San Fabían y la condena por haber suplantado a funcionarios de la Contraloría.

Antecedentes que habían generado que presidente del MAS, el senador Alejandro Navarro, le quitara su apoyo. Por esta razón el parlamentario por Bío Bío valoró la decisión presidencial.

La renuncia del gobernador de Ñuble, según la senadora UDI Jacqueline Van Rysselberghe, dejó al descubierto la desprolijidad del actual gobierno.

Pero sin lugar a dudas la militante del PPD, Claudia Placencio, quien había sido nombrada como gobernadora en Chiloé, generó el mayor vendaval de críticas hacia La Moneda, esto luego que se conocieran nuevos antecedentes que contradijeron su versión.

Uno de estos tenía relación con que ella, respaldada por su partido el PPD, había asegurado que no recibía una pensión de invalidez, situación que la propia página de Instituto Previsión Social dejó al descubierto que sí obtenía dineros de ese fondo solidario.
Placencio, pese a ese tema sensible, se limitó a agradecer a su partido y familia.

Cuatro renuncias polémicas, que por cierto dejaron al descubierto el primer gran impasse de la nueva administración. Y esto se traduce en que primero el PPD salió acusar a la DC de estar tras la caída de la gobernadora de Chiloé. Así lo dijo el secretario general de esa tienda, Gonzalo Navarrete.

Pero eso no es todo. La verdadera ola vino del senador PPD Guido Guirardi, esto al abrirle al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, un flanco respecto a la situación de los gobernadores, puesto que fue él pasadas las 20 horas quien anunció la decisión de sacar a las autoridades provinciales.

Con ello aceleró una “crisis” interna en el gabinete de Peñailillo, que se había preparado para recién hacerlo público este miércoles durante el día. Girardi atacó de forma sutil al invitar al titular o el subsecretario de la cartera de Interior, a contar los reales detalles de la salida.

Pero eso no fue lo único. Internamente en el socialismo también quedaron en evidencia sus primeros conflictos llegados recién a La Moneda. El diputado de ese partido Fidel Espinoza, acusó directamente -a raíz de este escándalo- al subsecretario Mahmud Aleuy de ser un operador político.

Otros integrantes de ese partido prefirieron guardar silencio, pese a que en privado hacen duras críticas al rol que ha jugado Aleuy en este conflicto.