La OTAN no planea intervenir en Malí, donde el norte del país está ocupado por islamistas armados, ni en Siria, declaró el lunes el secretario general de la Alianza atlántica, Anders Fogh Rasmussen.

“La OTAN no planea intervenir en Malí”, indicó Rasmussen en conferencia de prensa en Bruselas. “Seguimos la situación con atención”, agregó.

El Primer ministro maliense jeque Modibo Diarra llamó el sábado a los occidentales a intervenir militarmente en el norte del país enviando aviones de combate y fuerzas especiales para apoyar a las tropas oeste-africanas de la Comunidad de los Estados de África del Oeste (Cedeao) que serían desplegadas bajo patrocinio de la ONU.

Respecto a Siria, Rasmussen reiteró la posición de la OTAN, persistente desde el inicio del conflicto. “Estamos muy preocupados por la situación” en Siria “pero no vemos solución militar” para el conflicto entre el régimen de Bashar Al Asad y los rebeldes, dijo.

“No estamos discutiendo sobre una opción militar”, añadió, al llamar de nuevo a los actores a “hallar una solución política”.

Reiteró sin embargo que la OTAN sigue “muy preocupada” por el asunto de las armas químicas que tiene el régimen.

El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, informó el viernes que el gobierno sirio había desplazado armas químicas para ponerlas a resguardo por motivos de seguridad.

Responsables de la Alianza Atlántica explicaron en varias ocasiones que la situación en Siria no puede ser comparada con la de Libia donde la OTAN intervino en en 2011.

“La opinión de los militares es que ya no existen, actualmente, suficientes elementos que demuestren que una intervención militar pueda llevar a una mejoría de la situación de seguridad” en Siria, explicó recientemente el general alemán Manfred Lange, jefe de Estado mayor en el Centro de comando militar de las fuerzas de la OTAN en Europa (Shape).