El gobierno del presidente Sebastián Piñera cumplió 2 años y se celebró con una ceremonia privada. En la ocasión, llamó la atención que no se invitara a los presidentes de los partidos oficialistas (RN y UDI), como una forma -tal vez- de rememorar viejos tiempos en los que la actual administración buscaba un perfil más técnico y menos político.

Precisamente a este tema se refirió Tomás Mosciatti en su última columna, haciendo hincapié tanto en los éxitos como en los fracasos de los 2 primeros años de este gobierno.

Con respecto a lo “positivo”, se puede destacar el establecimiento de la inscripción automática y voto voluntario; la disminución del 7% del descuento de salud a los jubilados; el postnatal de 6 meses; la disminución considerable de las listas de espera de pacientes del plan Auge; el rescate de los 33 mineros de Atacama; el crecimiento económico del país y la disminución del desempleo.

En cuanto a lo que está “al debe”, Mosciatti señala en primer lugar la fanfarronería, es decir, el afán de asegurar que todo es magnífico, que se está haciendo muy bien o que “en 20 días hemos hecho lo que la Concertación no hizo en 20 años”, entre otras cosas.

Además, contempla el “exitismo”, eso de presumir los títulos en Harvard o destacadas universidades del mundo.

Por otro lado, dice que las asesorías políticas de jóvenes inexpertos han perjudicado al Presidente, y que eso se nota en declaraciones como cuando Piñera afirmó que la gente ve lejano el terremoto porque la reconstrucción ha sido un éxito.

Mosciatti también menciona la centralización, aunque destaca que no es responsabilidad absoluta de esta administración; el fracaso de la promesa de “terminar con la puerta giratoria”, y la escasa popularidad del mandatario.

Conoce los detalles en el video-columna de Tomás Mosciatti.

http://youtu.be/XLl4Wr0C6hk