Francia fijó a Panamá un plazo máximo al 13 de diciembre para que repatriar al ex dictador Manuel Antonio Noriega, quien vuela este domingo extraditado por París, o de lo contrario iba a quedar libre, afirmó el canciller panameño Roberto Henríquez.

“Una vez que la justicia francesa notificó a la cancillería panameña (…) que Noriega ya no tenía asuntos pendientes en Francia y accedía a la solicitud panameña de extradición, nos dio siete días, del 6 al 13 de diciembre, para completar todo el procedimiento y traerlo a Panamá”, dijo Henríquez al canal local Telemetro.

“Si no hubiésemos actuado con la premura y la certeza con que hemos actuado, Noriega hubiera quedado libre de todas maneras. Tenía que venir porque los tiempos de extradición los definió siempre la justicia francesa, no las autoridades panameñas”, añadió.

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, había anunciado hace unos días que Noriega sería extraditado “entre el 6 y el 13 de diciembre”, pero no precisó que esa fecha, como dice el canciller, fue fijada por el gobierno francés.

“Debo aclararle a la opinión pública que no ha habido un apuro del gobierno por traer a Noriega, ni necesitamos traerlo para desviar la atención de otros temas. Hemos actuado precisamente dentro de los términos franceses para que no quedase libre y pudiese venir a Panamá a enfrentar los cargos que tiene”, añadió Henríquez.

Derrocado el 20 de diciembre de 1989 en una cruenta invasión estadounidense, Noriega cumplió 20 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico, y casi dos en Francia por lavado de dinero, pero en Panamá le esperan 60 años de condenas por asesinato de opositores.

El general de 77 años embarcó temprano en un Airbus A321 de la compañía Iberia desde el aeropuerto parisino de Orly, y tras hacer escala en Madrid abordó otro vuelo que se espera llegue a Panamá hacia las 18H20 locales (23H20 GMT), 50 minutos después de lo inicialmente previsto.

Noriega, gobernante de facto entre 1983 y 1989, será trasladado en helicóptero del aeropuerto de Tocumen a la prisión de El Renacer, en las afueras de la capital, pero podría beneficiarse de una ley que permite a los reclusos mayores de 70 años pedir prisión domiciliaria.